La explotación de ovino de Rafael Lobato, de Peque, sigue de mal en peor. La inspección veterinaria realizada ayer a la explotación observó un empeoramiento de la situación por la falta de limpieza y de suministro de alimentos al ganado.

Los responsables de dar fe del estado en que se halla esta ganadería de ovino ponen de manifiesto en su acta que existe "un exceso de acumulación de estiércol y de humedad, así como falta de comida, acumulación de residuos y carencia de paja como cama para las ovejas".

En cuanto al exterior de la nave, también se constata la existencia de "encharcamientos" derivados de las lluvias. Además constatan que hay dos ovejas "moribundas", una en el interior de la nave y otra en el exterior.

Por su parte, el titular de la explotación, que mantiene la baja médica, pidió que se recogiera en acta que los inspectores accedieron a la explotación "a pie" tras dejar el vehículo a la entrada del denominado camino del Chano. Pidió que también se indicara que se reclama la adopción de medidas "imposibles de cumplir por falta de un camino por donde transiten vehículos capaces de transportar paja, pienso y el abono acumulado en el recinto ganadero". Señaló, asimismo, "que los Servicios de Agricultura, tanto de Zamora como de Valladolid, son conocedores de la situación que se vive desde el año 2007". Y pidió que se remitan todas las actas al Juzgado de Puebla para que añadir al expediente habido en este organismo judicial.

De momento no se ha realizado un conteo del número de ovejas que integran la explotación del ganadero de Peque. Ayer el ganado ya había salido a pastar al campo cuando llegaron los veterinarios para levantar el acta correspondiente. Lobato señala que es visible el empeoramiento de las reses especialmente a causa de las tormentas de agua habidas en los últimos días.