Lunes, 13 de octubre, 11.00 a.m. Vecinos de San Marcial acuden al consultorio médico para que les atienda la practicanta y se encuentran las puertas cerradas. Finales de septiembre. Vecinos de San Marcial están en una reunión en el salón de actos y caen al suelo planchas de pladur desde el techo. Lo ponen en conocimiento del alcalde, y este les responde, según apuntan los afectados "que siempre es San Marcial el que tiene problemas. Si quieres voy yo y sujeto las placas con las manos".

Hace seis años los vecinos de San Marcial se quedaron sin poder consumir agua potable en sus casas. Cerca de siete años llevan acudiendo a surtirse del camión cisterna de la Diputación que acude semanalmente a la localidad, en una población de 150 habitantes muchos de ellos ancianos. Entre medias, llegan las elecciones municipales, pierden los socialistas y entra como equipo de gobierno los populares con Pedro Domínguez Guerra al frente. A poco de asumir el cargo comienzan los problemas, enfrentamientos y cruce de acusaciones entre los concejales de San Marcial, Roberto Santamaría y Antonino Delgado, con el alcalde, al que acusan de prepotente con petición reiterada de dimisión que según se aprecia en las vallas del frontón municipal sigue la gente solicitando. El domingo hubo una carrera ciclista que partía de Morales recorriendo algunos pueblos de la zona y al día siguiente, cuentan los vecinos, aparecieron dos pancartas en el frontón. En ellas se lee "+ de seis años sin agua potable" y "Alcalde, dimisión". Y es que los ciudadanos de este pequeño pueblo de Zamora, a trece kilómetros de la capital denuncian la discriminación que sufre su pueblo de la cabecera municipal, El Perdigón, principalmente durante esta última legislatura. Narran con bastante enfado y encorajinados la impotencia que sienten porque "pagamos nuestros impuestos como los demás y el trato para con nuestro pueblo es absolutamente discriminatorio y desfavorable".

A cisternas

El germen de todo este descontento vecinal es sin duda la ausencia de agua potable que hace más de seis años padecen desde que las analíticas de sanidad dieran alta concentración de nitratos en el líquido elemento. Desde entonces no han parado de reclamar soluciones constituyéndose en plataforma reivindicativa "Agua Potable para San Marcial". Aglutinados en ella no dudaron en desplazarse a la capital con una gran pancarta para llamar la atención de las administraciones. La construcción de un nuevo pozo a 180 metros de profundidad, lejos de solucionar el sempiterno y acuciante problema dio paso a la instalación de una potabilizadora para depurar el agua, una vez que en ese pozo se detectó la presencia de fluoruros. A día de hoy la potabilizadora está concluida y según expresan "parece que el único que no quiere que tengamos agua es el alcalde, porque es puro trámite administrativo lo que haría falta para ponerla en funcionamiento". Ya se produjo la demora en la decisión adoptada de instalar esta depuradora precisamente por los enfrentamientos de Delgado y Santamaría con el alcalde siendo ambos del mismo grupo político del PP, si bien uno de ellos, Delgado se ha pasado al grupo mixto y sigue reclamando atención para sus conciudadanos.

"Mi nieto Adrián tiene siete años y no sabe lo que es el agua potable en casa. Así que cuando llegó al colegio Alejandro Casona y vio que sus compañeros bebían del grifo se sorprendió y les advertía de que no podían beber, que estaba prohibido". Así se expresa Marisa Hernández, quien asegura no entender por qué el enfrentamiento entre unos y otros está perjudicando a los vecinos de San Marcial, y para ella hay un único culpable, el alcalde, quien en su día les pidió en otro "orden de despropósitos", las llaves de los locales municipales de San Marcial "y desde entonces cada vez que queremos usar uno hay que llamar al alguacil lo que conlleva demora. Y muchas veces nos lo encontramos sin limpiar". Así las cosas con lo sucedido últimamente, el consultorio cerrado a la hora de pasar consulta, la ciudadanía se organiza para acudir a la Gerencia del Sacyl, pues ha sido precisamente Domínguez, quien les animó a hacerlo, evitando asumir su responsabilidad. "Le llamamos para que viniera el alguacil a abrir y lo que nos respondió el señor alcalde textualmente es: "Estoy hasta los cojones de los vecinos de San Marcial" y que llamáramos a la Gerencia de Sacyl para que se hiciera cargo del consultorio.

Implicación

Son algunos de estos afectados los que agradecen la implicación de dos de los concejales de San Marcial para con el pueblo, Antonino Delgado y Roberto Santamaría, sobre todo "porque siempre han defendido nuestros intereses y a mayores acaban de dotar al consultorio médico de una nevera para que no se rompa la cadena de frío a la hora de poner las vacunas y la han costeado de su propio bolsillo", pues la solicitud presentada al Ayuntamiento y otras instituciones por parte del médico, Francisco Javier Delgado, cayó en saco roto.

Ayer el facultativo se mostraba igualmente satisfecho por un equipamiento que a su juicio "es fundamental".