Torregamones cerró ayer el desarrollo de las fiestas de la Virgen del Templo con una extraordinaria participación ciudadana en los actos religiosos y devotos organizados durante la jornada, pero con una decepcionante sensación o "desilusión" por venirse abajo el Baile del Ramo, que durante los últimos años había adquirido una consolidación y era uno de los grandes alicientes y atractivos de la fiesta.

La población cumplió con el día grande asistiendo a la santa misa y arropando a la imagen de la Virgen del Templo durante la procesión. Uno de los actos estelares de la jornada tuvo lugar por la tarde, tras el rezo del santo Rosario, con la celebración del Ofertorio, que tiene lugar en la plaza del pueblo con la Virgen del Templo instaladas en las andas y presidiendo el acto.

La población, puesta en círculo, va pasando por delante de la imagen haciendo su ofrenda y depositando dinero. Es un ceremonial religioso al que asiste la mayor parte de la población y que se cumple con toda la devoción. Primeramente son los hombres los que pasan ante la talla y a continuación lo hacen las mujeres, todos ellos en perfecto orden.

Seguidamente llegó un desencanto generalizado porque este año no pudo disfrutarse de la belleza del Baile del Ramo, que fue uno de los logros por los que se ha venido luchando durante los últimos años. Fuentes locales achacan este desplome "a la falta de colaboración" en el desarrollo de las fiestas. De hecho, al final de los festejos de ayer se trató la cuestión para conseguir retomar el Baile del Ramo y, además, impulsar las fiestas de Torregamones a mayor nivel.

En Torregamones se pretende sacar adelante una Comisión de Festejos para que un grupo de personas se encargue de trabajar en pro de las celebraciones. El Baile del Ramo, que ya se daba prácticamente por consolidado tras unos años de presencia y entusiasta seguimiento por parte de la población, fue ayer echado de menos.

También ha perdido fuerza la competición de la pelota a mano en un pueblo donde este deporte ha gozado de gran afición. La situación económica del Ayuntamiento, que atraviesa por una etapa presupuestaria ceñida a los gastos básicos, ha impedido destinar "unos seiscientos euros" a una competición de pelotaris.

Por otra parte, el concurso internacional de bebedores de bota, organizado en la noche del sábado, también marcó una trayectoria al alza por la participación, esta ocasión de una veintena de personas, repartidas entre 14 hombres y seis mujeres.

Jesús Sánchez, de Torregamones, resultó el ganador del quinto concurso. Consiguió mantener la bota en alto y espitando sobre la boca durante casi dos minutos, exactamente un minuto y cincuenta y ocho segundos, que ningún otro participante logró superar. Como premio recibió un chorizo zamorano. En la categoría de mujeres la ganadera fue Cristina Rodríguez, de Argañín, que marcó un tiempo de 19 segundos. Fue galardonada con una batería externa. Ambos ganadores revalidan su título por tercer año consecutivo. En este concurso tomaron parte personas de Torregamones y de las localidades del entorno.

El desarrollo de la programación festiva de este año ha dejado entre la población una sensación agridulce que, una vez concluidos los festejos, ha movido a la gente a reflexionar sobre la forma de afrontarlos el próximo año, con el deseo de que se dé una mayor implicación por parte de las personas. Son numerosas las personas que se desplazan de otras ciudades para disfrutar de las fiestas de la Virgen del Templo.