La localidad de El Campillo tendrá en breve una vida mucho más turística con la próxima reapertura al público de la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave, iluminada después de permanecer trece siglos sirviéndose únicamente de la luz solar adentrada por los pequeños y estrechos vanos de sus vetustos muros. También por la puesta en marcha de un Centro de recepción de visitantes, cuyas dependencias acogen un museo con estelas y piezas que ahora permanecían arrinconadas en el interior del histórico templo. Esta exposición se enriquece con fotografías y documentos relativos al desmontaje, traslado y reconstrucción de la iglesia efectuado por la compañía eléctrica Iberdrola (entonces Saltos Hidroeléctricos del Duro), que optó entre los años 1930 y 1932 por rescatar de la inundación del embalse de Ricobayo la joya arquitectónica.

Las obras del cambio marchan estos días hacia su remate final, con el jardinero Ricardo Zendrera razonablemente molesto porque los visitantes no han respetado el cuidadoso ajardinamiento realizado días atrás, y que le obligan a reentonar su trabajo retirando las huellas de las pisadas dejadas por una y otra parte del virginal césped.

La presente actuación, enmarcada en el Plan Románico Atlántico, supone una verdadera apuesta de la Administración, de la Diócesis de Zamora, de la Fundación Santa María la Real y de Iberdrola por revalorizar y poner en lo más alto del escaparate turístico el templo visigodo de San Pedro de la Nave, conocido por todos pero completamente inadecuado para dar cumplimiento a los visitantes interesados en disfrutar del atractivo histórico-artístico de este bien patrimonial.

En estos momentos se ultima el proyecto de transformación estética y urbanística del enclave más turístico de El Campillo. La intervención constituye una modernización de los intramuros de un edificio histórico y emblemático del patrimonio eclesiástico zamorano, que ha sido adecuado con luz para la celebración de los oficios religiosos, saneado del mal de las humedades que lo deterioraban y dotado con nuevas cubiertas y nueva carpintería.

Cuenta, además, en las inmediaciones, con servicios de atención a los visitantes en unas dependencias soterradas bajo tierra para evitar toda afección paisajística, lo que convierte al templo de San Pedro de la Nave es un punto de referencia turística.

Además, la operación está previsto completarse con la retirada de inmuebles emplazados en el entorno para no hacer sombra alguna a la estampa de la propia iglesia de San Pedro de la Nave.

La importancia del templo, declarado Monumento Nacional el 22 de abril de 1912, el hecho de que se dote de iluminación a una iglesia que deja las penumbras tras 1300 años de existencia, y la construcción de un Centro de recepción de visitantes y un museo dotado de piezas y fotografías, son motivos que se dignificarán el día de la inauguración con la presencia de importantes representantes de la Junta de Castilla y León, de la Fundación Santa María la Real, de Iberdrola y de la Diócesis de Zamora, implicadas todas ellas en la financiación y ejecución del Plan Románico Atlántico.

La actuación de San Pedro de la Nave y entorno se ha llevado adelante, además, atendiendo a las sugerencias del propio sacerdote, Luis Santamaría, que reiteró la importancia de la iluminación interior del templo para poder celebrar "el clero" sin necesidad de recurrir a métodos tan sorprendentes para los feligreses como a la lectura de los textos en el teléfono móvil. Asimismo, se ha atendido a los vecinos de la localidad de El Campillo, que consideraban una prioridad contar con bar para seguir compartiendo y disfrutando de momentos de convivencia y de expansión social. Un punto no resuelto a satisfacción de los vecinos, según pusieron de manifiesto en la reunión mantenida el miércoles con el arquitecto Jesús Castillo y el alcalde del municipio San Pedro de la Nave-Almendra, Braulio Prieto.

El Centro de visitantes y museo ofrece una fachada de metal grafiada con motivos alusivos a inscripciones del interior del histórico templo. Es un centro plenamente mimetizado con el entorno, hasta el punto de pasar desapercibido porque los encargados del proyecto optaron por soterrado para no entorpecer la visión del edificio en su conjunto, que de esta forma queda plenamente expuesto y presidiendo el enclave, y hasta el conjunto del pueblo.

Una vez rematado el acondicionamiento del entorno y del este espacio, desde el referido centro se ordenará el acceso a la iglesia. Sobre el lugar, una vez retirados "los elementos discordantes", como es el actual inmueble del bar, se acondicionará el aparcamiento de vehículos, que hasta ahora debían hacer uso de caminos rurales y del callejero del pueblo.

Las obras marchan durante estas jornadas a todo ritmo, habiéndose pospuesto la fecha de inauguración, prevista para este mes, para noviembre.

El jardinero Ricardo Zendrera, inmerso de pleno en sus faenas, como el resto de los trabajadores implicados en uno y otro quehacer, no escondía ayer su malestar por el hecho de que los visitantes no hubieran respetado la zona adecuada del entorno del templo.

Se muestra satisfecho de que el drenaje llevado a cabo por el entorno de la iglesia haya funcionado correctamente. Lo ha comprobado porque las últimas lluvias han sido la mejor prueba. Precisamente el templo de San Pedro de la Nave sufría humedades procedentes del propio subsuelo.

"Indignados". Así dicen sentirse los vecinos de El Campillo con la intención de derribar el actual bar del pueblo y pasar a concentrarse en la nueva cafetería adecuada en una de las dependencias del Centro de recepción de visitantes y del museo. Las reducidas dimensiones del nuevo lugar es algo que no aceptan, pues dudan de que el encargado de la gestión de la cafetería pueda moverse con comodidad y disponga siquiera de espacio suficiente "para instalar la cocina".

"¡Encima subterránea¡" expresa una mujer, que se pregunta "por qué tienen que tirar un bar donde ahora puede reunirse la gente, especialmente, cuando llegan los periodos vacaciones y el pueblo de El Campillo registra un incremento poblacional". "Que lo pongan para otro cosa, de acuerdo, pero sería una picardía que derriben el bar actual" manifiesta.

Máximo Antón, que ayer portaba un carretillo lleno de productos de la huerta, señala que este malestar fue puesto de manifiesto por los residentes al arquitecto responsable de la intervención en San Pedro de la Nave y entorno, así como al alcalde del municipio, Braulio Prieto durante la reunión mantenida el pasado miércoles. También inciden en que la nueva cafetería está ubicada en un lugar subterráneo donde será preciso "estar con luz artificial durante todo el día".

Los reproches se refieren, además, a la permanencia de postes y tendidos eléctricos "porque se nos dijo que quedarían soterrados". Incluso se extienden al pasillo de la entrada al Centro, que consideran que debería ser de piedra.

Indicadores

No paran ahí las críticas de los vecinos, que incluso se lamentan del estado que presentan las señalizaciones de entrada al pueblo, tanto la referida a la localidad, como a la curva como a la propia iglesia de San Pedro de la Nave que quieren elevar al primer orden del turismo. El indicador del pueblo está doblado, la señal de la pronunciada curva en el suelo y, algo no menos llamativo, el indicador de la iglesia de San Pedro de la Nave en mal estado y atado, en uno de sus extremos, a una valla con una cuerda de paca.