¿Alguien pensó que el Jardín del Olivo de Venialbo iba a ser menos que la Plaza de Colón en Madrid o la de La Marina en Zamora? La ribera del Talanda, el acceso principal del pueblo, se asemeja con todas las bendiciones a los escenarios elegidos en las grandes ciudades para hacer ondear la bandera nacional.

Porque desde el pasado 12 de octubre, coincidiendo con la fiesta de la Guardia Civil, una llamativa enseña domina las alturas de Venialbo. La bandera de dos por tres metros erigida sobre un mástil de diez metros de altura, ha sido elevada con todo el boato que acompaña a tales ceremonias. Primero la misa en honor a la Virgen del Pilar, patrona de la Benemérita, y después bendición de la bandera y traslado de la misma hasta el mástil de la mano de los alcaldes de Venialbo, El Pego, Villabuena del Puente y La Bóveda de Toro, los cuatro pueblos de los que depende el Cuartel de la Guardia Civil con sede en el primero.

"La bandera es nuestro emblema nacional, lo que nos une; parece que solo presumimos de ella cuando juega la selección española de fútbol y no debería de ser así" argumenta el alcalde de Venialbo, Jesús Vara, para defender el acto. Puede que con este gesto Venialbo sea el único o de los pocos pueblos zamoranos que cuentan con un mástil para la enseña nacional. "Es un error pensar que presumir de nuestra bandera sea algo facha o de un partido u otro. Nosotros hemos estado ahí los cuatro alcaldes haciendo este homenaje que a la vez lo ha sido a la Guardia Civil porque es nuestra policía en el medio rural y debemos reivindicarla y luchar para que no nos quiten los cuarteles de los pueblos" precisa Vara.

Terminado el boato del acto oficial, los cuatro alcaldes junto a los guardias civiles adscritos al Cuartel de Venialbo y acompañados por los vecinos compartieron un vino español donde el izado de la bandera nacional protagonizó buena parte de los corrillos.