Autoridades y vecinos han venido mostrando su malestar y preocupación a lo largo de todo el verano por los destrozos que causan los jabalíes en praderas y terrenos de cultivo. Antonio José Brizuela asevera que "al principio se cebaban con los prados y las tierras de cereal, tenia un pase, pero ahora ya han perdido el miedo y se meten en las huertas que hay colindantes a los cascos urbanos arrasando los patatales. Andan como ganaos de ovejas". Aunque Medio Ambiente autoriza batidas y esperas, los cazadores reconocen que "es imposible controlar la población porque mata uno o dos, es complicado pillarlos, pero los hay por cientos".

Otro problema es el de los accidentes de tráfico ya que los jabalíes acuden a comer a las cunetas y arcenes y al ver las luces saltan a la calzada donde se producen los atropellos. Uno de los puntos más negros se localiza en "Portilla Blanca", tramo de la Nacional 122 de Alcañices a Sejas, donde en el últimos años han destrozado sus vehículos al chocar con jabalíes un empresario de hostelería de Alcañices, otro de metal de Trabazos y un cura del arciprestazgo de Aliste. Otro punto peligrosos es la carretera del Sierro; así como las tres que cruzan la sierra de la Culebra entre Abejera-Tábara, San Pedro de las Herrerías-Boya y Sarracín-Ferreras de Arriba-Ferreras de Abajo. El problema se acrecentará con el hielo y nieves, pues la fauna se acerca a comer el sal que se echa como fungente en las carreteras. Alcaldes y ciudadanos se muestran a favor de desbrozar la maleza en las cunetas y arcenes.