El piloto fallecido el pasado sábado al estrellarse su helicóptero cuando trabajaba en la extinción de un incendio forestal en la provincia de Albacete era un viejo conocido de muchos de los trabajadores de la base de medios aéreos de Rosinos de la Requejada, pues sirvió en este puesto de la Junta de Castilla y León durante las campañas de 2004 y 2005.

Sus antiguos compañeros, así como todos los trabajadores de la base de Rosinos y las de Villaralbo y Villardeciervos realizaron ayer a la 1 del mediodía un parón de dos minutos, tiempo durante el cual guardaron silencio en señal de duelo por la muerte del aviador.

El piloto fallecido trabajaba ahora para los efectivos del Plan de Emergencias por Incendios Forestales de Castilla-La Mancha, y participaba en las labores de extinción de un incendio forestal en el Barranco de la Mosca, cerca de la localidad albaceteña de Almansa, cuando su helicóptero sufrió un accidente a última hora de la tarde mientras recargaba agua en la localidad de Alpera. El finado se llamaba Fernando Fernández Baraza, tenía 44 años y era natural de Murcia, estaba casado y tenía un hijo.

Además de los pilotos de los medios aéreos de las bases de Zamora, participaron en el gesto de duelo mecánicos, trabajadores de las cuadrillas helitransportadas, de las unidades móviles de meteorología y transmisiones o los agentes medioambientales.

Una comisión de accidentes de aviación del Ministerio de Fomento está investigando el siniestro que costó la vida a Fernando Fernández, para esclarecer las causas del mismo, entre las cuales se barajan como hipótesis más probables un fallo humano o un fallo técnico en el rotor de las hélices. Los compañeros del piloto fallecido atribuyen, sin embargo, lo atribuyen a la falta de medios, ya que Fernando Fernández Baraza volaba sin copiloto, según declararon ante varios medios de comunicación.

El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial ha emitido un comunicado lamentando el "trágico accidente" ocurrido en la provincia de Albacete, y ha resaltado que en la última década han fallecido 23 personas trabajando en la extinción de incendios forestales.

El colegio destaca que el accidente se produce apenas una semana después de que el Consejo de Ministros aprobara un Real Decreto que regula las actividades aéreas en la lucha contra incendios, búsqueda y salvamento, pero que no entrará en vigor hasta junio de 2015.