Una vecina de Ribadelago de 86 años, enferma y con problemas de movilidad, ha sido citada para comparecer el día 2 de octubre en el Juzgado de Puebla de Sanabria tras ser admitida a trámite una denuncia de la empresa Aquona contra ella. La empresa suministradora del agua en Ribadelago acusa a la anciana de un delito de «defraudación de fluido eléctrico y análogas» contemplado en el artículo 255 del Código Penal, valiéndose de mecanismos instalados para realizar la estafa o bien alterando maliciosamente las indicaciones o aparatos contadores o empleando cualesquiera otros medios clandestinos.

La denuncia ha causado estupor, tanto en la familia de la señora como en el pueblo de Ribadelago que viene manteniendo una dura batalla contra el Ayuntamiento de Galende y Aquagest debido al «mal estado del agua». Una situación que ha llevado al 45% de los vecinos a no pagar el abastecimiento y negarse a colocar contadores.

«Esta señora tiene una acometida directa en su casa como todos los que no hemos puesto contador, está en una situación similar a muchos vecinos que se niegan a pagar y a beber un agua que no es potable» indica José Rodríguez Ballesteros, portavoz de la familia.

Según consta en la denuncia, a la anciana se le atribuye un consumo de 500 euros entre los meses de enero y abril, «lo cual es completamente imposible porque ni se consume el agua porque nadie la bebe ni, desde luego, en una vivienda se llega a esas cantidades tan desorbitadas» incide Rodríguez Ballesteros. «Y menos se puede hablar de que se ha servido de dispositivos o ha habido manipulaciones porque esta señora no tiene contador».

A todo ello se suma la situación de la anciana, una persona «dependiente», que vive con un hijo. El portavoz de la señora censura las formas porque «se trata de un asunto administrativo y lo lógico es que se hubiera recibido alguna comunicación previa del Ayuntamiento», pero se ha ido directamente al Juzgado en lo que parece una «estrategia penal» que los vecinos de Ribadelago no parecen dispuestos a consentir.

Porque la denuncia de la anciana no tiene precedentes conocidos en otros vecinos, a pesar de que son muchos los que se encuentran en su misma situación.

Los problemas con el agua se suceden en este pueblo. El domingo se presentaba una nueva denuncia en la Guardia Civil por un vertido de aguas fecales al río Tera a 150 metros de una captación aguas abajo. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los agentes de la Benemérita que «pudieron comprobar la charca sucia y el olor fétido» apuntan fuentes vecinales.