Castilla y León cuenta con 179 manadas de lobos, según el último censo regional, lo que supone una población estimada de unos 1.600 ejemplares.

La Junta de Castilla y León puso en marcha desde 2008 un "Plan de Gestión del Lobo" para la conservación de la especie. En la zona sur del Duero, donde solo viven 27 grupos reproductores, la especie está protegida y cazarlos está totalmente prohibido. Sin embargo, en ocasiones puntuales las autoridades ordenan el abatimiento de ejemplares concretos que se consideran conflictivos.

Por otra parte, al norte del río Duero la población de lobos es más abundante y se considera especie cinegética. Medio Ambiente calcula cada año cuántos lobos se necesitan abatir, cifra que suele rondar los 140 ejemplares, cuyas cabezas se subastan.

Fuera de la Comunidad, existen poblaciones de lobos en Galicia, Asturias, Cantabria, Guadalajara y el norte de Cáceres. En los últimos años han llegado al País Vasco y ejemplares de lobo italiano al Pirineo catalán.