El flamenco brota de abajo, de la tierra y tiene la virtud de amalgamar, de unir. Volvió a demostrarse el domingo en Benegiles. La Opinión Viajera llegó y convenció a un público entregado que llenó el salón de usos múltiples de la localidad. Eva Valle al cante, Antonio Regalado a la sonanta y el Cuadro Flamenco con su espectáculo «Entre volantes» sacaron el jugo al sentir de un arte que tiene en Zamora muchos seguidores, para sorpresa de Despeñaperros para abajo.

La iniciativa de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA sirve para activar el ámbito rural, necesitado de incentivos de todo tipo, también de ocio, durante todo el año y especialmente en verano cuando los pueblos se llenan de emigrantes y retornan las voces de los niños, nietos de aquellos que un día se marcharon del lugar donde nacieron buscando trabajo y porvenir.

Los espectadores respondieron a la apuesta del periódico de los zamoranos

Los vecinos de Benegiles respondieron a la apuesta del periódico, apoyada por la asociación local Muben, ejemplo de cómo un colectivo activo puede dinamizar la vida social de un pueblo. La cultura es siempre una salida a los cajones que se cierran y una luz cuando el futuro se achata y se pone tieso y de color oscuro. El público que acudió a la velada se lo pasó en grande. Vio y escuchó a Eva Valle, el mirlo blanco del flamenco provincial, acompañada a la guitarra por Antonio Regalado, que demuestra en cada gala su doctorado en un arte que tiene tantas aristas como acordes.

La de El Pego hizo lo que sabe: cantar por derecho, sin huir de ningún palo, demostrando que el flamenco es un avanzar continuo. Tiempo le sobra para llegar a lo más alto. Las facultades las tiene intactas y más crecidas, si cabe. Ya no es una promesa, es una realidad que da fruto allá donde actúa y el camino ya lo tiene avanzado. A nadie extrañe que en unos años viaje de festival en festival, llevando por mil sitios el sentir de esta tierra, que bebe fandangos y suda soleares. ¡A ver si un día alguien pone cadencia jonda a los romances castellanos! Entonces se verá la fuerza de unas letras que hunden sus sentimientos en las raíces más secas de la Castilla vieja.

El cuadro flamenco "Entre volantes" se salió del escenario a base de fuerza y arte del que nunca muere, el que sale del alma. María de Mena al cante, Carlos Blanco, un maestro de la sonanta, y las bailarinas Laura Muñoz y Sara Argente demostraron que son capaces de embrujar al público que se entregó y aplaudió sin parar.

El espectáculo fue de los que se recuerdan muchos años. Tuvo originalidad, fuerza y ese sentimiento que dan los cantaores y guitarristas de la tierra que entienden como nadie a unos espectadores que buscan diversión, pero también emocionarse con un arte que resuda humanidad, porque lo más humano es lo que mueve lo más íntimo del hombre y la mujer: el amor, el cariño por la familia, la enfermedad, la muerte?, la fuerza de lo auténtico.

Benegiles, como otros muchos pueblos de Zamora, tardará años en borrar la imagen que dejó prendida junto al Valderaduey la Opinión Viajera, una iniciativa que ha ido madurando y que va a continuar extendiéndose por los pueblos de la provincia. La próxima meta será Villalpando, la capital de Tierra de Campos. El objetivo está claro, activar al mundo rural y llevar el ocio y la diversión allí donde es más difícil que llegue.

La velada, que estuvo presentada por Francisco Mendoza, incluyó también un sorteo de regalos. La asociación Muben también agasajó a los presentes, lo que sirvió para engrandecer aún más el fin de fiesta.