Los vecinos de Cubo del Vino vivieron ayer con intensidad la fiesta en honor a su patrón, Santo Domingo de Guzmán, cuya onomástica aparece el día 8 en el calendario pero que en esta ocasión se ha trasladado al fin de semana favoreciendo así mayor afluencia de público principalmente para aquellas personas más ligadas al pueblo por motivos familiares o de amistad.

El repique de campanas y los cohetes anunciaban la salida de la procesión tras la misa castellana que estuvo amenizada por el grupo de música tradicional La Arracada que con los instrumentos más primigenios del folclore como las castañuelas, el almirez o la botella de vidrio, rodearon de emoción las canciones que con buen hacer se escucharon durante los oficios religiosos.

Los músicos de esta misma asociación al ritmo de dulzaina y tamboril abrían la procesión, seguidos de una pequeña exhibición de trajes del folclore zamorano que precedían a la imagen del santo, llevado a hombros por fieles de Cubo del Vino en un itinerario que recorría las calles del centro con mucha afluencia de fieles, entre los que se encontraban las autoridades, encabezadas por el alcalde, Juan Ramón García.

Era este mismo día, el sábado, cuando la plaza del pueblo acogía el mercado mensual, con escasa afluencia de puestos, "ya que al coincidir con otras ferias y la fiesta de aquí muchos comerciantes asiduos no han asistido", indicaba una vendedora de fruta contenta con la puesta en marcha de la iniciativa y habitual del mercado el segundo sábado de cada mes

Concurso de disfraces

Ya por la tarde el Gran Prix, la verbena popular y el concurso de disfraces coparon la tarde del programa oficial mientras que para hoy domingo esta previsto el tradicional encierro campero a partir de las 10 de la mañana en el prado de la Vega con reses de la ganadería local de Antonio Santos, un evento respaldado con la colaboración económica de varias personas del pueblo aficionados a los eventos taurinos.

Una jornada que apunta también el III Festival de Folclore con la participación de grupos de Zamora, Valladolid y del propio pueblo. Las fiestas se clausuran mañana 11 de agosto, con las convivencia que se desarrollará en el parque municipal, donde los asistentes podrán degustar una paella elaborada por voluntarios y los más pequeños disfrutar de los juego y los hinchables.