La construcción más cara en venta dentro de la provincia de Zamora es la conocida como "el chalé" de Mombuey, valorado en 750.000 euros, como así recoge el portal inmobiliario "idealista.com". La casa de 450 metros cuadrados, que construyera en la década de los 30 la familia Escudero, una familia reconocida en Mombuey, fue literalmente el primer chalé de recreo veraniego de la época.

Se construyó en estilo francés compostelano que destacaba sobre las construcciones rurales de piedra, adobe, pizarra y teja de la villa carballesa. La torre se levantaba majestuosa ante una incipiente travesía de la carretera Villacastín-Vigo. La familia pasaba el verano en esta propiedad situada en una finca de 5.940 metros cuadrados.

La vivienda de la familia Escudero era un lujo para la época. Sus 450 metros cuadrados albergaban 7 dormitorios, 4 baños, 6 armarios empotrados, las dependencias comunes, la amplia torre mirador, terraza, trastero, etc. Pero faltan en esa relación el molino de viento, el palomar, el jardín, lo que fuera el huerto y la piscina.

Tan valioso como el precio económico es el valor histórico que encierran sus muros, desde su construcción en 1935 según un proyecto de un arquitecto coruñés. Los terrenos sobre los que se construyó la casa eran de César Escudero y el promotor de la construcción fue su hermano mayor Alonso. Los dos pertenecían a una familia numerosa, hijos del veterinario de Mombuey, que tuvieron que forjarse el porvenir fuera de la tierra carballesa. Alonso emigró a La Coruña donde comenzó a trabajar en las empresas vinculadas a la banca gallega Simeón. Cuando César tenía poco más de 14 años se lo llevó a su lado, a La Coruña. Con una gran inquietud César además de trabajar estudiaba en la Escuela de Comercio coruñesa, y desde bien joven se manejaba bien en las finanzas lo que le permitió llevar la contabilidad de algunas empresas locales.

César se convirtió en el encargado general de Simeón en la Coruña y su hermano el director general del grupo desde Madrid. Su ascenso económico y social no impidió que César mantuviera el arraigo con Mombuey. Cumplió su deseo de hacer una casa, aunque la disfrutó poco, falleció en 1941.

El reconocimiento a esta familia es patente en Mombuey. Tras acumular un capital importante para la época se prodigó en gestos altruistas por el pueblo. Alonso propició la construcción de una escuela que a punto estuvo de inaugurar el rey Alfonso XIII. La Asociación de Madres y Padres del colegio de Mombuey, precisamente lleva el nombre de su benefactor y un busto preside la fachada principal. Las influencias de César Escudero, una mentalidad política y social avanzada para su época, propiciaron la llegada del teléfono, la construcción del puente de Mombuey a Otero, el coche de línea desde Benavente, y el asfaltado de la carretera Villacastín-Vigo entre Benevante y Mombuey. Incluso abogó por la construcción de un apeadero de tren en Mombuey para el embarque de pasajeros y ganados, que finalmente se construyó en San Pedro de las Herrerías.

Las ideas social y políticamente avanzadas le costaron a este emprendedor más de un disgusto con el caciquismo local. Hubo incluso un intento de que el pueblo de Mombuey se quedara con la finca del monte San Martino, era como dar la caña a los habitantes del pueblo para que pudieran pescar, en palabras de los actuales propietarios de la casa y de la historia.

El pueblo de Mombuey finalmente le dedicó una plaza y una calle a este hijo predilecto en el enclave templario por su labor benefactora.

Entre las anécdotas que circulan de la casa se cuenta una con el general Francisco Franco como protagonista, que comentó a su chófer que tendría que parar en esta casa para que sus dueños le enseñaran el jardín que rodeaba la finca, un jardín que desde la puerta llamaba su atención cada vez que se trasladaba por la carretera de Villacastín a Galicia.

Quien compre esta casa adquiere, además de terreno, un solar edificado de historia de la villa de Mombuey y el deseo de la familia de conservar el inmueble en las mejores condiciones posibles.