El juez Fernando Grande-Marlaska ha requerido el traslado del narcotraficante gallego detenido en Sanabria, José Luis Fernández Tubía, para que comparezca ante la Audiencia Nacional por las acusaciones relacionadas con el narcotráfico gallego. El juzgado de Instrucción de Puebla decretó el ingreso en la prisión salmantina de Topas tras su comparecencia en las dependencias sanabresas, el pasado domingo por la mañana. Su traslado a los juzgados madrileños se practicaba ayer y cabe la posibilidad de que se decrete su traslado a uno de los centros penitenciarios más cercanos a la capital madrileña.

La detención de Fernández Tubía, testigo protegido en el caso "San Miguel", se produjo en el término de Sampil, municipio sanabrés de Robleda-Cervantes, el pasado domingo cuando agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Puebla realizaban un control de alcoholemia y documentación en el marco de la concentración de motos. El control estaba situado en la carretera ZA 104 de Puebla al Lago de Sanabria. El ocupante del vehículo mostró un permiso de conducir que aparentemente era falso, al igual que el DNI que tampoco era auténtico. El detenido fue trasladado al cuartel de Puebla para proceder a su identificación real, tras verificar por parte de Policía Judicial sanabresa que portaba documentación falsa. En menos de 24 horas el detenido fue trasladado al Juzgado en medio de un importante despliegue de seguridad.

Fernández Tubía estaba en busca y captura desde hace varios años por orden de la Audiencia Nacional que juzgó el asunto. Su detención se remonta a mayo de 2008 por el caso del pesquero "San Miguel" donde se incautaron 3.500 kilos de cocaína, valorados en 110 millones de euros. El pesquero acompañado de la motora "Delfín" salieron de puerto desde Venezuela para recoger el cargamento de cocaína lanzado desde un avión en alta mar, repartida en 144 fardos. Los motores de la "Delfín" se averiaron y la tripulación trasladó el cargamento al barco pesquero. Con posterioridad hundieron la motora en alta mar para borrar su rastro. El "San Miguel" navegaba a la costa española sobrecargado con los 8.000 litros de combustible que transportaba para abastecer a la motora y regresar a puerto venezolano, los 3.500 kilos de droga y más tripulación de lo habitual. El plan solo contemplaba que el buque fuera embarcación de apoyo pero termino con toda la droga en cubierta.

El pesquero tuvo que navegar a 1.500 millas de la costa española donde una planeadora recogería los 144 bultos para lanzarlos al mar cerca de la costa en un punto entre Vigo y Arousa, para su distribución en Europa. Una tercera embarcación encargada de recoger nuevamente y trasladar la droga a la costa no pudo completar el trabajo porque también se averió. Para entonces el Servicio de Vigilancia Aduanas ya estaban sobre la pista del cargamento y en la madrugada del 1 de junio los agentes abordaron la embarcación y se incautaron del mayor alijo de los aprehendidos en esta última década

En marzo de 2013 se inició el juicio contra la banda de José Constante Piñeiro Búa de Cambados, alias "Costiñas", y Oscar Manuel Rial Iglesias, alias "El Pastelero" como presuntos cabecillas de la organización. El acusado José Luis Fernández Tubía, con antecedentes por narcotráfico, quiso colaborar para rebajar su condena. Fernández Tubía ejerció de labores de enlace entre los narcos gallegos y los proveedores americanos de Colombia y Venezuela. El testigo arrepentido y luego fugado fue el enlace que cerró la operación para trasladar entre 15.000 y 20.000 kilos de coca hasta la península en ese año. La tripulación del barco tampoco compareció en el juicio, pese a que fue contratada por un capitán que tampoco era el habitual del "San Miguel".