Todos los usuarios que tienen pozos de los que se abastecen para el regadío del campo van a tener que unirse en una sociedad de usuarios con el fin de rentabilizar el aprovechamiento debido al deficiente estado que presentan las canalizaciones en las masas de Tierra del Vino. Era la conclusión principal a la que se llegaba en la mesa redonda que se celebraba la tarde del jueves en Corrales con la intervención de Julio Pajares, comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica del Duero, Víctor Barrio, técnico de la Oficina de Planificación de la CHD y ponente sobre la masa de agua de Tierra del Vino, Concepción Valcárcel, comisaría de aguas del mismo organismo, que habló sobre el modelo de gestión de las comunidades de usuarios de aguas subterráneas, Ángel González, de Ferduero y María José García Vizcaíno, de la Asociación Española de Usuarios de Aguas Subterráneas (Aeuas).

El auditorio estaba compuesto por alcaldes de Guareña y Tierra del Vino incluidos en la masa de agua Tierra del Vino además de representantes de regantes y juntas agropecuarias.

La información utilizada para la elaboración del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero, aprobado en junio de 2013 y a punto de cambiarse ya en 2015 ha identificado varias masas de agua en mal estado por su escasa cantidad, además de elevados contenidos de nitratos, lo que les da una mala calificación química.

Las masas Tierra del Vino, Medina del Campo, Los Arenales y Tordesillas, que ocupan una superficie de 9.125 kilómetros cuadrados, son las más explotadas de la cuenca y han soportado la extracción de agua para regadío de unas 60.000 hectáreas al año de media en los últimos 50 años, lo que supone un bombeo aproximado de unos 15.000 hectómetros cúbicos, equivalente a dos veces la capacidad de todos los embalses de la cuenca. Concretamente la masa subterránea de Tierra del Vino afecta a 1.639 kilómetros cuadrados, 76 municipios y más de seis mil sondeos, la mayoría de Zamora, aunque también coge pueblos de Salamanca e incluso alguno de Valladolid.

De esta manera a los numerosos municipios dentro de la zonificación de la masa de agua subterránea Tierra del Vino no le queda otra que unirse para conseguir mejor aprovechamiento y las comunidades de usuarios, según explicaban los representantes de la CHD son el instrumento adecuado para gestionar el agua en pos de la productividad de las explotaciones y el desarrollo sostenible del medio rural. De hecho la normativa europea ya obliga a organizarse en comunidades que se realizarán bien de forma voluntaria o por imperativo legal. "La dispersión que ocupa esta zona no resulta operativa, por lo que a nuestro entender es importante que cada cabecera de ayuntamiento promueva una comunidad de base para luego integrarse todos juntos en una agrupación", indicó Valcárcel. Ante esta situación los agricultores pedían aclaraciones sobre distintos aspectos como el número de usuarios o hectáreas, pues aunque hay un mínimo de veinte usuarios para crear la agrupación no es obligatoria esta cantidad y depende de la idiosincrasia de cada zona "porque a veces hay muchas hectáreas y pocos usuarios y al contrario".

Durante el debate posterior el convencimiento de los agricultores pasaba por formar esa comunidad de regantes y se planteaban asuntos pendientes como los pozos registrados antes de los años 60 y que al no haber sido regularizados a partir de 1985 con la nueva normativa no son reconocidos. "Con la nueva ley de aguas hubo un plazo de tres años para que se inscribieran en el organismo de la cuenca".

En el 2001 se refunde la Ley de Aguas y se introducen en ella todas las pequeñas reformas para considerar quien tuviera aprovechamiento privado. A día de hoy si tienen esos derechos adquiridos los agricultores sobre los pozos y lo pueden acreditar el camino es ir a los juzgados civiles para que les reconozcan sus derechos privados y la Confederación les dará posteriormente el visto bueno.

"No se entiende muy bien que estando dentro del registro de minas y en la PAC no se les reconozcan", explicaba Guillermo Freire, alcalde de Moraleja del Vino. La conclusión final es que la masa de agua Tierra del Vino es poca y hay que repartir lo que existe en el acuífero y las ventajas de constituirse en comunidad de regantes eran numerosas, a juicio de la Confederación "porque sus funciones van desde al reivindicación a la gestión, administración e incluso a poder solicitar subvenciones como lo hacen las comunidades de regantes".