Los veintiocho kilómetros del Camino de Santiago que discurren entre Puebla de Sanabria y Lubián resultan un calvario para los peregrinos por los cortes y desvíos ocasionados por las obras del trazado del AVE entre Requejo y Lubián. Los caminantes deben sortear el desnivel más importante de la provincia a 1.345 metros de altitud en el puerto de Padornelo.

Las obras en Pedralba tienen escasa afección, ya que el camino discurre por los pueblos vecinos del término de Cobreros. Pero es en adelante cuando la falta de una clara señalización de los caminos alternativos lleva a algunos caminantes a perderse y a cargar en sus piernas con 14 kilómetros de un inexplicable rodeo para volver a la ruta. Por si fuera poco, algunos vecinos optan por recatarse a la hora de dar indicaciones porque, al existir voladuras y explosiones, no quieren cargarse con posibles responsabilidades.

Los problemas para los caminantes empiezan en Requejo con el desvío de la ruta pedestre fuera del camino y encauzado por la carretera. Mayoritariamente los peregrinos se han decantado por echarse al asfalto, con el inconveniente de que el asfalto castiga más. Las obras en la boca del túnel han alterado el camino y han afectado a alguna de las mejoras realizadas por el taller La Aldaba. El alcalde de Lubián, Felipe Lubián, ya ha dado traslado de la repercusión de las obras y está previsto la recuperación de las partes del camino afectadas a medida que la ejecución de las obras de los túneles lo permita. El Ayuntamiento por su parte tiene que acometer la limpieza anual del camino, que se hará en breve.

El alcalde también precisa que en ocasiones hay algún peregrino que no se percata de la señalización lo que provoca situaciones de riesgo, como ir a parar a un colmenar que está señalizado. En general, la mayoría de los viandantes se han decantado por seguir por la carretera y por los tramos de caminos que discurren más alejados de la traza.

En Aciberos hay otro punto que conduce a error porque parte de la señalización está tapada y los peregrinos discurren unos metros por la carretera, para coger de nuevo el camino por debajo de la vía del tren convencional. Equivocarse aquí supone dar un rodeo de unos 4 kilómetros. Tras cruzar el pueblo de Aciberos el camino discurre hasta el fondo del valle y emprender un tramo de ascenso que desemboca en la traza del AVE, a la vista de la boca de los túneles de Hedroso. Hasta este punto llegan sofocados dos peregrinos franceses de Toulouse, que iniciaron el camino semanas atrás desde Sevilla. Los hitos de granito con la concha son visibles al final de la subida pero, aún así, las obras le han complicado curso para dar con el paso, bajo de la vía del tren a Santiago.

Los alcaldes de Puebla de Sanabria y Lubián, José Fernández y Felipe Lubián, participaron ayer en el descubrimiento de la nueva señalización del Camino de Santiago en su variante del Camino Mozárabe, en el alto de A Canda (Ourense). El acto organizado por la Asociación Cultural ourensana de Amigos del Camino contó con la asistencia de la directora General de Turismo de la Xunta de Galicia, María Nava Castro, además del gerente de la Sociedad Anónima de Gestión del Plan Xacobeo, Rafael Sánchez Bargiela, y los representantes locales. El alto de la Portilla es un punto de referencia del camino donde se culmina el paso de Castilla y León a Galicia. El presidente de la asociación, José Luis Rodríguez, recalcó las buenas relaciones de la asociación con los representantes sanabreses, invitados a este acto protocolario. Detalló que la nueva señalización, sobre un soporte de dos columnas y un panel, recoge el itinerario desde el límite de la provincia resaltando los puntos principales de esta variante de la Vía de la Plata y la distancia de cada etapa en la provincia de Ourense. Las señales completan la ya existente en la provincia de Zamora con el itinerario.

El principal problema en estos momentos en el Camino Mozárabe sanabrés son los cortes, desvíos y señalización deficiente por las alteraciones del terreno a consecuencias de las obras del trazado de Alta Velocidad, especialmente en la Alta Sanabria. El presidente de la Asociación Amigos del Camino de Ourense detallaba que en Galicia los problemas, tras tres años de obras, se han ido solventando de la mejor manera posible. Las dos etapas más afectadas por las obras eran la zona precisamente limítrofe A Canda-Gudiña y Gudiña Laza. En este caso las empresas constructoras han ido atendiendo las propuestas de la asociación para mejorar la transitabilidad a pie, aún así han habido ciertos problemas por el paso de vehículo pesados en aquellos tramos donde la carretera se superponía al camino antiguo.

La Asociación ourensana también detectó problemas recientemente cuando algunos de sus miembros recorrieron el camino desde Granja de Moreruela hasta la provincia de Orense.