Rosa Huertas es técnico de la Comisaría de Aguas en la Confederación Hidrográfica del Duero. Como responsable de divulgación y educación ambiental recientemente ha participado en una jornada informativa sobre los ríos celebrada en la Casa del Parque de Fermoselle. Su cometido era explicar la legislación sobre el agua y cuál es el papel de cada administración dentro de los espacios fluviales. Qué competencias tiene cada uno en cuestiones como abastecimiento, saneamiento, depuración, mantenimiento de cauces, ordenación del territorio o inundabilidad.

-En ciertas cuestiones, como la depuración de aguas, existe cierta confusión en la delimitación de competencias.

-La legislación es bien clara y diferencia entre los tramos urbanos y los que están fuera de ese espacio. El río en el tramo urbano es una parte más de la ciudad, un espacio verde más y como tal debe ser tratado.

-Lo cierto es que la mayoría de las pequeñas poblaciones no tienen resuelto el problema de la depuración, ¿por qué?

-Es verdad que la depuración en pequeñas poblaciones es la asignatura pendiente en nuestra cuenca, porque en los grandes núcleos está lograda. Es una asignatura pendiente porque es problemático encontrar sistemas de depuración que sean sostenibles económica y medioambientalmente. El gran problema no ha sido construir depuradoras, se han construido muchas, pero están abandonadas y eso se ha producido porque la decisión técnica no ha sido la correcta.

-¿Hay soluciones a esta creencia?, porque económicamente los ayuntamientos no disponen en estos momento de recursos para asumir inversiones bastante grandes.

-Actualmente hay unos sistema, por ejemplo con filtros verdes, mucho más sostenibles y más económicos. Precisamente la Confederación Hidrográfica del Duero tiene un proyecto piloto en el que se han aplicado distintas experiencias en pueblos de la cuenca con el ánimo de hacer un seguimiento de la explotación y poderlo extrapolar a otros municipios. También hemos editado un librito en el que explicamos de quiénes son las competencias, los problemas que tiene España con la Unión Europea por no depurar, explicamos los sistemas de bajo coste y decimos que la cuestión fundamental es saber encontrar la solución que conviene a tu pueblo.

-¿Quiere decir que hay alternativas viables para todos los pueblos?

-Desde luego. Por ejemplo si estas en una llanura y tienes mucho territorio, si dispones de terreno, pues puedes acudir a un lagunaje. Pero eso no es aplicable si estás en terrenos de granito. Soluciones técnicas hay muchas simplemente hay que estar correctamente asesorado para encontrar la idónea y es necesario fomentar sistemas que no lleven por ejemplo bombeos.

-Muy costosos...

-Claro, el problema que tiene un ayuntamiento pequeño es cuando le llega la primera factura de la luz, el mantenimiento es muy caro. Y en ese sentido también hay que buscar soluciones como fomentar el asociacionismo porque es mucho más barato mantener varias fosas sépticas que cada uno mantenga la suya.

-¿Se está haciendo algo en ese sentido?

-Estamos intentando buscar alianzas con las diputaciones, se está trabajando en esa línea y estas instituciones empiezan a concienciarse.

-¿Entonces en los pueblos del parque Natural de Arribes está descartado el macroproyecto de depuración millonario que también incluye a municipios como Muelas del Pan o Bermillo?

-Ese proyecto en concreto lo desconozco, pero sí puedo decir que en los últimos años hemos ido avanzando bastante en el conocimiento de estos otros sistemas que son mucho más sostenibles y es hacia los que se va actualmente. Además creemos que dan oportunidades en otro sentido. En Monleras, en la provincia de Salamanca, se instaló un sistema y el propio municipio con una ayuda de la Fundación Biodiversidad lo pudo desarrollar como una actividad educativa para explicar la necesidad de depuración. Porque otro aspecto importante es integrar estos sistemas de depuración en el paisaje y en el entorno de los pueblos, es algo que nosotros también valoramos. Y en parte ése es el sentido de las charlas que estamos dando por toda la cuenca del Duero; es uno de los objetivos fundamentales.

-Las limitaciones económicas son importantes porque los pueblos no pueden abordar la depuración de sus aguas y sin embargo para Europa es una obligación. Los alcaldes están preocupados y asustados porque les imponen sanciones, se encuentran entre la espada y la pared.

-Claro, lo entendemos. Por eso creo que todas las administraciones públicas debemos colaborar en lo posible. El Ayuntamiento, porque es una su responsabilidad directa, cediendo terrenos, comprometiéndose a un mínimo mantenimiento. Y las demás administraciones aportando fondos si es posible y por supuesto el conocimiento y el asesoramiento técnico, que es nuestra especialidad. Yo creo que colaborando entre todos puede lograrse la depuración.

-Pero económicamente es difícil de asumir la inversión para muchos ayuntamientos que están asfixiados económicamente.

-Lo que es la inversión inicial a lo mejor es lo más complicado pero creo que el mantenimiento es perfectamente asumible, sobre todo con las experiencias que estamos sacando a través de este proyecto piloto. Estamos todas las administraciones públicas implicadas en prestar esa ayuda y también intentamos transmitir que hay que ser un poco imaginativos y que a lo mejor te puedes acoger a ayudas que no se te habían ocurrido, como el proyecto de Monleras con la Fundación Biodiversidad.

-¿A través de las diputaciones como ha apuntado?

-De hecho las diputaciones también están empezando a trabajar porque durante muchos años se han dedicado a hacer frontones y otras instalaciones, y por qué no depuradoras. No es obligatorio tener frontón pero tener depuradora sí. Afortunadamente se está empezando a cambiar de mentalidad y empiezan a salir líneas concretas de financiación y de subvención.

-¿Por ejemplo?

-Pues la Diputación de Burgos ha sacado una línea de subvenciones para el ciclo del agua que puede incluir temas de abastecimiento pero también de depuración. Creo que así entre todos vamos avanzando. Porque lo primero era concienciar. La cuestión es que no se veía que la falta de depuración fuera un problema del municipio; ése era el principal escollo. Porque se han hecho inversiones importantes en los pueblos pero a lo mejor antes que tener un centro de interpretación o un frontón hay que tener una depuradora porque por esa carencia nos sancionan a todos, incluido el Estado español como responsable.

-¿Es optimista?

-Creo que estamos empezando a cambiar de mentalidad, es una labor nuestra en la que hemos ido avanzando porque las propias administraciones no hemos sabido transmitir a los municipios que esto era importante y necesario. Ahora no hay que pensar tanto en las grandes obras. Tenemos que ir a las pequeñitas, necesarias en los municipios y a diseñar de tal forma que consigan su objetivo y a la vez que sean sostenibles, y yo creo que en ese sentido a lo mejor la crisis ha sido una oportunidad.