El cernícalo primilla, que frecuentemente es visto detenido en los cielos, "como un helicóptero", y aleteando con energía antes de lanzarse en picado sobre sus presas, cuenta con casi un centenar de nidales artificiales acondicionados en los antiguos silos de almacenamiento de grano, radicados en Villalpando y San Esteban del Molar. Pero está previsto que también se adecuen otros nidos en poblaciones de la Ruta de la Plata, como Corrales o Piedrahita de Castro según informaron fuentes del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Ibérica y su Hábitat (Grefa) que, junto con la Fundación Banco del Santander, presentó ayer en Navas del Rey (Palencia) el proyecto de creación de corredores biológicos de protección de esta pequeña y llamativa ave rapaz.

500 nidos en la región

En el conjunto de Castilla y León (León, Salamanca y Valladolid) se han instalado más de medio millar de nidales artificiales. Al tiempo, también se instalan nidales para otras aves compatibles con el cernícalo primilla, como el autillo, el cárabo, la lechuza o el mochuelo. La provincia de Zamora cuenta con importantes poblaciones de estas especies, que alegran con su presencia la vida natural, especialmente de las estepas cerealistas.

El secretario general de Grefa, Fernando Garcés señaló ayer, según informa la Asociación que "esta actuación a favor del cernícalo primilla y otras pequeñas rapaces en Castilla y León es una fase avanzada de un proyecto lanzado por Grefa hace diez años, Corredores para el primilla". Precisó que "su objetivo inicial fue crear nuevas colonias de la especie y también facilitar el crecimiento de las ya existentes o evitar que desapareciesen en los silos situados a lo largo de los grandes ejes territoriales que marcan las autovías radiales españolas. El proyecto se inició en 2004 en el corredor definido por la autovía A-3 (Madrid-Valencia), en una segunda fase se amplió a las autovías A-2 (Madrid-Barcelona) y A-5 (Madrid-Badajoz) y más recientemente, gracias al apoyo de Fundación Banco Santander, los trabajos se han podido extender al eje marcado por la A-6 (Madrid-A Coruña), que transcurre en buena parte por el territorio de Castilla y León".

El propósito "es que las mismas colonias de cernícalo primilla que estamos creando en esos grandes corredores sirvan a su vez de estímulo para que la especie establezca otras por sí misma y de forma natural, de manera que poco a poco se vaya formando una gran red de puntos de cría conectados entre sí", indica Garcés, que destacó que "los resultados del proyecto hablan por sí mismos por ser más de cincuenta los silos en los que se ha intervenido, más de 2.000 nidales artificiales colocados y unas treinta de nuevas colonias de cernícalo primilla formadas".

El apoyo de Fundación Banco Santander a este proyecto se enmarca dentro de su línea de sostenibilidad y de recuperación de patrimonio natural, cuyo objetivo es restaurar y conservar ecosistemas degradados que precisan actuaciones concretas de recuperación. El director de Fundación Banco Santander, Borja Baselga, según informa José Antonio Montereo, del departamento de información de Grefa, subrayó que "se trata de no olvidarnos nunca de esas pequeñas especies porque muchas veces tienen una importancia capital en la cadena trófica y el ecosistema".

Almacén de grano

Los silos fueron levantados décadas atrás en las comarcas cerealistas para almacenar grano y poder así garantizar el abastecimiento de productos básicos como el pan. Hoy en día, casi todas estas gigantescas edificaciones, que se han convertido en todo un símbolo cultural de nuestro reciente pasado rural, están ya cerradas y sin uso. Pero algunos silos han iniciado una nueva vida como soportes óptimos para que nidifiquen el cernícalo primilla y otras rapaces ligadas a los ambientes agrícolas, como la lechuza, el cárabo o el autillo, dada su ubicación estratégica para estas aves al estar situados cerca de buenos hábitats para ellas.