Nada que ver con el sábado. Si el primer día de espantes en Guarrate cundió entre el público cierta decepción por no ver culminada la faena con los toros a mitad de camino, ayer fue todo lo contrario. Cuentan los aficionados que hacía años que no se veían unos encierros de tan buena factura hasta el punto de que entraron los tres toros al pueblo, una escena que se echaba de menos en los últimos años.

El buen juego de los novillos, bravos y bien presentados, permitió hasta cinco subidas pradera adelante. Todos disfrutaron, caballistas, espantadores y en general los participantes en un espectáculo que llama la atención de numerosos aficionados. Se vio más gente que el sábado, aunque se echan de menos aquellos años de gentío que movían caballos y vehículos desde todo el contorno y provincias limítrofes.

"La crisis sigue haciendo mella" opina el guarratino Juan Pascual con la perspectiva de varias décadas participando en el festejo taurino por excelencia de su pueblo. También ha podido influir el reparto de protagonismo con el pueblo salmantino de Ledesma, donde también hubo encierros durante el fin de semana.

Varios sustos

Pero lo cierto es que quienes ayer estuvieron en Guarrate se lo pasaron más que bien, con sustos incluidos. Como el que se llevó un vecino del pueblo al verse sorprendido por un cabestro que se quedó atrás y al entrar al espante literalmente lo arrolló. Por fortuna el toque no fue más allá de una voltereta.

El encierro por el campo había comenzado con puntualidad y emoción. A las diez y media se soltaban tres novillos del camión y a partir de ahí fue un no parar, carreras arriba y abajo, hasta cinco subidas de los toros permitiendo ejecutar el espante y para remate una entrada triunfal de los tres astados en el pueblo en medio del alborozo general.

En el casco urbano continuó la fiesta con la suelta de otros dos novillos para satisfacción de los aficionados disfrutando con las arrancadas de unos astados que dieron juego. Las buenas sensaciones de ayer ya se habían percibido en el concurso del cortes del sábado por la noche, con la suelta de cinco novillos para los quince cortadores que saltaron al ruedo de Guarrate. Chavales de la zona y otras provincias del entorno que exhibieron un buen nivel. Al final quedaron cinco finalistas y fue necesario sustituir a un novillo, muy enterado que no cortaba y que fue devuelto a corrales. Por fortuna había otro de repuesto y el concurso de cortes terminó como comenzó, con brillantez y buen nivel resultado ganador un joven segoviano.