Tras el estreno de la temporada en Vadillo este fin de semana le toca el turno a Guarrate, donde los tradicionales espantes atraen a numerosos aficionados, a pie o a caballo, para disfrutar de un festejo muy arraigado en La Guareña. Ni aún dando poco juego en la pradera, como ayer fue el caso, el público sale insatisfecho "porque hay muchas ganas de toro" apostillaba el aficionado guarratino Juan Pascual. No extraña por tanto que el "respetable" encontrara la principal anécdota en el percance sufrido por "el del casco", conocido caballista de Salamanca que, aventajado por el novillo, terminó enlodado en el fango del arroyo y salió de allí "hecho un cristo", hasta arriba de cieno.

Un percance que no fue a más, como tampoco los tres o cuatro toques que recibieron los caballos cuando les conducían hacia el espante. Pero aunque los morlacos exhibieron bravura no finalizaban la faena y así, con subidas y bajadas, hasta que al filo del mediodía los caballistas consiguieron meter uno de los toros en el pueblo para el encierro por las calles.

En el tramo urbano se soltaron otros dos novillos que habían salido en los cortes de la noche anterior y los aficionados disfrutaron con sus arranques y la bravura. El mayor susto fue para un aficionado de Medina del Campo que recibió un golpe del morlaco en un pie al empujarle contra la merina y fue trasladado a Zamora. Hubo más sustos, como los que recibieron los de los paraguas de Tordesillas, pero quedaron en eso. El público estuvo tan entretenido que el encierro se prolongó hasta más allá de las dos de la tarde.

Los toros protagonizan un año más las fiestas de Guarrrate. La noche del viernes dejaron un buen sabor de boca los cortes con la participación de cinco jóvenes, entre ellos dos guarratinos, Iván Gómez y Dani Galache que dejaron extraordinarias sensaciones. Hoy de nuevo espantes a partir de las 10.30 horas.