La asociación de Apicultores Libres de Sanabria y Carballeda estima que un 60% de los colmenares sufren el "síndrome de desabejamiento de las colmenas", aunque su incidencia es irregular ya que hay explotaciones donde hay colmenares afectados hasta en un 85% y otros de la misma explotación no registran ni el 10% por estar situados en puntos diferentes. Tres apicultores de la asociación están ensayando un tratamiento cuyos primeros resultados son positivos. Los más de 80 apicultores de explotaciones situadas al norte del río Duero asociados a este colectivo celebraron su asamblea general en el consistorio de Robleda Cervantes la pasada semana.

La directiva repasó las actividades realizadas por la asociación, las ayudas agroambientales y a la comercialización, además de obtener un incremento de un euro por kilo de miel a granel como consecuencia de los análisis realizados en diferentes muestras de miel para determinar su calidad y composición. En estos momentos los productores venden a 3 euros el kilo. Desde la asociación se han desarrollado cursos de formación y de primera instalación. El colectivo pide un mayor control de los apicultores trashumantes procedentes de otras comunidades que eluden la normativa.

Sin duda la mayor preocupación de los apicultores es erradicar el problema de la mortandad de las abejas y conocer los posibles tratamientos, que explicó la veterinaria, Encarna Garrido, en representación de los laboratorios Biopyc de Fraga, en Huesca, que desarrolló las precisiones técnicas de la enfermedad y su tratamiento.

El presidente de la Asociación, José Antonio González, señalo que el desabejamiento está provocado por un parásito identificado como nosema ceranae, procedente de Asia. Cuando se propagan la esporas de este parásito la colmena puede desaparecer en dos años si la reina no está infectada. El tiempo se reduce a un año si la reina está afectada. Mientras que el "nosema apis", otra de las enfermedades que ataca a las colmenas, mata a una abeja en 30 días, en el caso de nosema cerae, el tiempo en que muere es de tres días. La mayor mortandad se detecta entre los meses de febrero a marzo.

En la propagación de las esporas del "nosema ceranae" de unas colmenas a otras influye de manera significativa el pillaje de las abejas para robar miel en otras colmenas.

Las medidas preventivas pasan en primer lugar, por la desinfección a fondo de todo el material empleado para el manejo de las colmenas, con desinfectantes inocuos ya que las esporas se alojan en los poros de la madera. En segundo lugar, cuando las colmenas ya están infectadas se aplica un producto de los laboratorios Biopyc utilizados en la apicultura ecológica, elaborado a base de productos naturales. José Antonio González precisa que una vez se aplica se aprecia en un corto espacio de tiempo una mayor vitalidad y actividad de las abejas.

El "nosema ceranae" afecta al aparato digestivo de las abejas, que dejan de alimentarse, parasitando en las paredes intestinales. La población de la colmena desciende progresivamente y de manera más intensa en las abejas pecoreadoras encargadas de recolectar.

Las abejas nodrizas, al cuidado de las larvas, dejan esta labor para incorporarse a la recolección con una repercusión negativa para el desarrollo de las crías que terminan muriendo. El descenso de población en la colmena afecta decisivamente a la termorregulación, necesaria para licuar la miel en los meses de frío y poder continuar alimentando a la colmena.