La Junta de Castilla y León procedió ayer a marcar un pollo de águila perdicera anidado en pleno corazón de Arribes del Duero, en los cantiles de Torregamones. Se trata de una especie ibérica en evidente regresión que, en Castilla y León, solo cuenta con dieciséis parejas de las que catorce se hallan en el Parque Natural Arribes del Duero, la otra en el término zamorana de Pereruela, y la otra en Burgos, pero compartiendo territorio con La Rioja y Álava. La crítica situación de la población de esta rapaz ha llevado a rebajar su catalogación de la categoría de interés especial a la de vulnerable.

La Junta lleva adelante este nuevo Plan de Conservación del águila perdicera, a través de la Fundación Patrimonio Natural y gracias a la colaboración económica de la Fundación Iberdrola. Las actuaciones esenciales consistirán, según informa la Dirección del espacio protegido, en realizar seguimiento de la reproducción de las distintas parejas, la identificación individualizada de los componentes de cada pareja, la detección de comportamientos anómalos o abandonos temporales del territorio por parte de los individuos y la valoración de los métodos de alimentación suplementaria.

Otro objetivo es evitar por todos los medios la pérdida de más parejas reproductoras, utilizando incluso técnicas poco naturales como alimentación suplementaria, que ha sido aplicada con éxito en ésta y otras especies. Desde la Dirección del Parque se precisa que el aporte de presas será en posadero, principalmente conejo doméstico y puntualmente paloma. La alimentación suplementaria se realizará con mayor frecuencia desde el comienzo de la época de celo (diciembre) hasta la emancipación de los pollos de la pareja (agosto).

Otro de las actuaciones del Plan es el marcaje de pollos, ya que se considera importante que el monitoreo anual de los territorios de águila perdicera incluya un muestreo para la obtención de información sobre la dieta y condición física de los pollos. También se valorará la situación del conejo de monte, una de sus principales presas. Es de destacar que, por su carácter de internacional, en el Parque Natural Arribes de Duero las acciones se llevan adelante en colaboración con el Parque Natural do Douro de Portugal.

El marcaje del pollo, que pesó 1, 450 gramos, exigió el descenso con todos los arreos de los profesionales del alpinismo debido al corte del acantilado donde fijó su nido el águila perdicera. En la operación participaron Víctor García, del Ministerio de Medio Ambiente, Javier García, Olga Alarcia Alejos, José Jambas y el agente forestal Luis Pintado, y estuvieron presentes el jefe del Servicio de Medio Ambiente, en Zamora, Casto López Cañibano, la directora del Parque Natural, Ana Martínez, así como responsables de la Fundación Patrimonio, de Iberdrola y de la Guardería Medioambiental de Zamora.