Aficionados a los toros piden la creación de una escuela taurina en la provincia dependiente de la de Salamanca. La demanda salió a relucir en el debate sobre la fiesta nacional celebrado el martes en Villalba de la Lampreana.

Organizadas por el Ayuntamiento de la localidad, con el propósito de mantener viva la afición a los toros que tan presente está en Villalba, que cuenta con plaza de toros fija, aunque no adaptada a la normativa actual, se desarrolló una sesión de iniciación al toreo coordinada por el matador zamorano Alberto Durán y el novillero de Villalpando Diego Luna. Entre sol y sombra, como si de un festejo de plaza se tratara, los toreros ofrecieron explicaciones teóricas del arte de torear que posteriormente fueron puestas en práctica por los jóvenes que mostraron alto interés y a la vez asombro por la dificultad de lograr esos bellos lances y muletazos que los toreros desgranan por las plazas dado el peso y lo complejo del manejo de los trastos.

Ya casi entrada la noche, tuvo lugar una charla-coloquio moderada por la periodista zamorana Ana Pedrero a la que se incorporó el subalterno de Guarrate Javier Gómez Pascual, siempre magistral en sus intervenciones .Un ameno coloquio con los aficionados que sirvió para expresar el orgullo de los aficionados de esta tierra por contar con profesionales, siempre colaboradores con quien organiza actos de fomento de la fiesta. Un repaso a la situación actual de cada uno de ellos, así como rememoración de las vivencias que desde niños tuvieron ellos en relación a los toros mantuvo al respetable en sus asientos hasta el final. Los villalbeses y villalbesas, mostraron su admiración a los toreros, destacando el interés por ver torear por las plazas de la provincia, tanto al rubio torero Diego Luna, como al único matador en activo con que cuenta Zamora, Alberto Durán, al que se espera fijo en la feria de la capital en San Pedro tras resultar triunfador el pasado año.

Sobre la necesidad de dar continuidad a toreros de esta tierra entre las nuevas generaciones, los comentarios estuvieron referidos a contar con una escuela taurina de forma permanente y reglada en nuestra provincia, poniéndose sobre la mesa la idea de ésta pudiera ser dependiente de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, formalizándose una especie de «delegación» en Zamora, para la cual, las instituciones zamoranas, al igual que ocurre en provincias vecinas deberían de «echar un capote». Entrada la noche, el público contento por los momentos compartidos con los toreros, salía del salón pensando en acudir mañana viernes al siguiente de los actos, esta vez relacionado a los festejos populares, modalidad con gran atractivo e implicación entre los jóvenes de Villalba y la comarca.