Las vacas vuelven a pastar en el arroyo de la Joyalada. A las cinco de la tarde del lunes llegaba la primera remesa de la ganadería adquirida por el Ayuntamiento de Almaraz de Duero en lo que es una iniciativa pionera en la provincia. Porque la propia institución local se hace titular de una explotación ganadera y favorece así, tanto el aprovechamiento de pastos como la recuperación de una actividad prácticamente extinguida en el municipio.

Tras valorar distintas posibilidades al final el Ayuntamiento se ha decantado por vacas de raza cachena para aprovechamiento de carne. Pasadas las cinco de la tarde llegaba a la pradera el camión procedente de Lalín -la localidad orensana donde se han comprado los animales-, con las 35 primeras vacas de las aproximadamente sesenta que conformarán inicialmente la primera explotación municipal que se pone en marcha en la provincia de Zamora. No existen muchos precedentes en Castilla y León, incluso en España, de una iniciativa de estas características. El caso más cercano hay que buscarlo en la provincia de Salamanca, donde el Ayuntamiento de El Cubo de Don Sancho se embarcó en la crianza del toro bravo.

Almaraz de Duero ha optado por una ganadería de vacuno de carne con una raza de fácil manejo y dureza. Son animales de pequeño tamaño y cuernos de grandes proporciones que se adaptan fácilmente al medio y aprovechan los recursos naturales autóctonos en donde habitan.

«Se trata de que las vacas no precisen mucha atención y se defiendan comiendo de todo por el campo» comenta el alcalde José Martín que el lunes, junto a varios miembros de la Corporación, recibió a la primera remesa de vacas en un paraje preparado con alimento y un pastor eléctrico. Los animales bajaron del camión y, sin apenas problemas, se encaminaron hacia la pradera donde les esperaba una ración de paja. Pero ni miraron para ella. Tras unas carreras iniciales y el chapuzón de alguna en el arroyo, las reses se mostraban en minutos como en casa. «Qué ganado más bueno hemos cogido, han entrado solas» comentaba Juan Blas Martín, uno de los concejales que acompañaron al alcalde en la recepción de los animales. Provistos con las varas, todos pusieron de su parte para que en apenas unos minutos el ganado desembarcara en el prado. El día primaveral y el verdor de la hierba a regalaban una estampa realmente bucólica en el bello paraje del arroyo de la Joyalada que va a dar al Duero. También era una imagen inédita debido práctica desaparición de la actividad ganadera en el pueblo. «A ver si viendo esto se anima la gente» comentaba uno de los ediles.

«Aquí van a estar estupendamente» expresaba satisfecho el alcalde de Almaraz. ¿Y ahora qué? «Lo iremos viendo poco a poco». José Martín no abandona la cautela que le caracteriza, aunque de momento la Corporación Municipal, gobernada por el PSOE, ha visto hecho realidad su proyecto. A las competencias propias del Ayuntamiento, ahora se suma la explotación de una ganadería que tendrá pasto de sobra para alimentarse de forma natural a lo largo de las más de sesenta hectáreas por las que se extiende el paraje de la Joyalada.

Cuando lleguen los 23 animales que quedan, entre ellos un toro y varias terneras, se habrá completado la primera ganadería municipal de Zamora que no tardará mucho en aumentar, una vez que empiecen a parir vacas que han llegado preñadas. «Van a salir al campo rápidamente» expresa el alcalde mientras prepara el pastor eléctrico.

De momento los trabajadores del Ayuntamiento y los propios concejales controlarán a un ganado «va a ir solo» por unas praderas que ahora aprovecha un puñado de caballos. Además de la rusticidad, la raza cachena se adapta muy bien al régimen de explotación extensiva, alimentándose con los recursos herbáceos ; de hecho, los animales de esta raza están muy bien dotados para el pastoreo.

El singular proyecto de Almaraz de Duero no ha pasado desapercibido para otros ayuntamientos que ven con buenos ojos esta iniciativa.