Vecinos de Ribadelago Nuevo han exteriorizado su rechazo a la instalación de contadores del suministro de agua en las viviendas que no han presentado la solicitud de alta de las instalaciones, contrarios a la aplicación y el cobro de la tasa estipulada por el Ayuntamiento de Galende. En estos días se están realizando obras de instalación en segundas residencias del casco urbano de Ribadelago que lo han solicitado y al parecer en otras que no lo han autorizado.

Un cartel a la puerta de una vivienda en la calle Miño del casco nuevo alerta a los operarios de «no poner» el contador. El propietario lleva varios días pendiente de si se acercan a la puerta de su vivienda. Es el caso más llamativo de oposición vecinal existente en el municipio de Galende. A la puerta de la vivienda un agujero en el suelo de la fachada deja claro el segundo intento de colocar el contador, como denuncian los vecinos del barrio. Sobre el agujero, una pancarta casera bien visible.

En toda la vía hay varios puntos de la acera abiertos y sin ninguna medida de seguridad que evite que una persona mayor o un niño pueda caerse. En la calle Dos Castillas, las obras sí están protegidas y señalizadas a pie de carretera.

En otras viviendas del pueblo se están haciendo obras y algunos casos «por error» se están haciendo las instalaciones en viviendas que no lo han autorizado, como constataba una de las vecinas, que se informó en la oficina de El Puente de Sanabria donde le explicaron que se trataba de una confusión. En otras viviendas del pueblo nuevo están a la espera de que se ejecuten las obras en los meses en que residen temporalmente.

En la localidad de San Martín de Castañeda los vecinos mantienen la negativa a autorizar la instalación de los contadores en la totalidad de las viviendas. El representante del grupo socialista, José Manuel Chimeno, cuestionó recientemente las cifras oficiales ofrecidas por el Ayuntamiento sobre la colocación de contadores en el municipio, que a su juicio no llega «ni al cincuenta por ciento de las viviendas».