El representante de la Asociación de Pesca Sanabria y Carballeda, Manuel Mateos Pedrero, no asistirá a la reunión del Consejo Regional de Pesca en protesta por el rechazo de todas las propuestas formuladas desde la asociación a la normativa y la Orden anual de Pesca en el Consejo Provincial de Pesca. Este sábado están convocados los 550 socios del colectivo a una asamblea extraordinaria en el castillo de Puebla para abordar las medidas que adoptará la asociación de cara la temporada de pesca. A esta reunión además de los pescadores ribereños, principales afectados por las restricciones de la nueva Ley de Pesca y la orden anual, asistirán pescadores de los Valles, Benavente, Aliste y Zamora. Tachó la normativa de una norma «recaudatoria y excluyente para los habitantes de la zona frente a una normativa social que tenga en cuenta a los ciudadanos del medio rural».

Mateos, en representación de la asociación, ha dado traslado a su postura contraria a «las determinaciones y las medidas adoptadas en el Consejo de Pesca de Zamora y a posteriori, en el Consejo de Valladolid». Ha alegado que «siendo el representante del Consejo por Zamora, representando al mayor numero de socios pescadores de nuestra zona, 550 socios, no tengan en cuenta ni uno de nuestros puntos de vista bien fundamentados». Las propuestas aprobadas a nivel provincial se aprueban «sin llevarlas a ningún tipo de consenso». Las nuevas normas y leyes de pesca «no tienen sentido alguno, si no se aplican desde el sentido común y con los estudios pertinentes, estudios que no se han llevado a cabo, y como se deberían».

La asociación pide una lógica en la regulación desde los despachos y que valore al pescador a pie de río. La implantación de la normativa no ha dado plazo para madurar estas decisiones y aclimatar al pescador ribereño. Pide una legislación de la pesca con distintas normas para cada especie piscícolas, el tipo de cauce de ríos de montaña y las densidades de población piscícola. Los datos que sirven de base para el estudio de Zamora «son infundados e incorrectos». Mateos subraya que «estamos a favor de una nueva gestión, pero en contra de cómo se está realizando, por decreto y sin opinión ni votación». El presidente de la asociación recalca que «los pescadores locales algo tendrán que decir que, al fin y al cabo, son los que cuidan realmente de sus ríos». Con esta regulación, según la asociación, en un par de años «tendríamos que ver resultados en el número de ejemplares o mucho me equivoco, pero creo que con estas nuevas normas lo único que conseguirán será mermar las poblaciones de nuestras especies y la calidad de nuestros ríos, haciendo al furtivo y al desaprensivo más fuerte si cabe».

Desde la asociación se ha hecho un trabajo de concienciación de los pescadores que ahora con todas las prohibiciones no podrán acceder al río, lo que fomentará la presencia de los furtivos.

Tras el estudio de la propuesta anual de pesca, la asociación señala contradicciones como la pesca en embarcación en los embalses de los ríos trucheros, la falta de divulgación de la norma entre los pescadores, la falta de formación de la guardería, la prohibición de hecho de la presencia de pescadores de otras especies -boga o barbo- en los tramos trucheros. También hay doble interpretación del uso de cebos vivos en las Aguas de Régimen Especial, ARES. El malestar se traslada también al empresariado de turismo en la comarca que ve peligrar la afluencia de turismo piscícola con la implantación de cupos en los tramos hasta ahora más concurridos.