La nieve obligó ayer al uso de cadenas y con dificultades en varios tramos de carreteras sanabresa, pertenecientes a de la red regional y a entregarse con desvelo a los operarios de conservación vial de las distintas administraciones. Especialmente afectadas fueron las carreteas de Ribadelago, San Martín de Castañeda, Porto, San Ciprián, la comunicación con Hermisende y Faramontanos de la Sierra. Y se mantiene cortado el acceso desde San Martín de Castañeda a la Laguna de Peces, cerrado desde el pasado 3 de febrero por la acumulación de nieve desde el kilómetro 8 al 10,5.

En vista de la evolución de los acontecimientos fueron desplazados diversos efectivos de los parques de la Diputación provincial que actuaron en más de una docena de carreteras de la comarca. Fuentes de la Institución provincial informaron ayer que «en varias de estas vías los vehículos quitanieves han tenido que realizar dos limpiezas debido a que las precipitaciones en forma de nieve afectan copiosamente a toda Sanabria». Asimismo «se prestó atención a todas las urgencias que se van registrando a medida que transcurren las horas».

La circulación por la red Nacional estaba transitable pero con precaución en la autovía A-52 desde el kilómetro 50 de Mombuey hasta el 111 de Las Hedradas. La Nacional 525 presentaba a primera hora de la mañana más problemas para los conductores que desde Lubián, Padornelo, Requejo, Terroso o San Martín de Terroso querían acceder hasta Puebla ya que el paso de las quitanieve se demoró. La circulación por esta vía estuvo abierta durante toda la jornada pero con precaución. En la segunda mitad del día la nevada cubrió toda la comarca, hasta cotas por debajo de los 800 metros en puntos como Mombuey y Rionegro del Puente. Entre 5 y 15 centímetros osciló la capa de nieve en las zonas altas de la comarca. Las fuertes rachas de viento provocaron la pasada semana el derrumbe de un muro en Vigo de Sanabria que aplastó el vehículo de un vecino en el barrio de la Ermita.

El invierno se está prolongando en Sanabria y Carballeda, con la consecución de temporales de nieve, agua y viento anunciados y esperados. La nevada de ayer recluyó a la mayor parte de la población en los pueblos de la montaña. Las comunicaciones interiores entre pueblos y vías urbanas sufrieron las peores consecuencias, no tanto por la abundancia de la nevada sino por la falta de medios locales para abrir todas las vías urbanas.

A las once de la mañana los primeros vecinos que tuvieron que transitar se encontraron con la capa de nieve intacta. Para poder celebrar la misa en la parroquia de Terroso y Santa Colomba, un vecino tuvo que bajar en todoterreno hasta Puebla para poder trasladar al sacerdote, dadas las condiciones de la carretera.

En la carretera de Puebla al Lago de Sanabria hubo tramos complicados, incluso con alerta por el uso de cadenas. Un equipo de mantenimiento de la Consejería de Fomento realizó labores durante todo el día para mantener despejadas las carreteras a Ribadelago y San Martín de Castañeda aunque «no daba abasto» a medida que quedaba la carretera limpia volvía a cubrirse. Los equipos de Fomento también despejaron las vías desde Puebla de Sanabria por el término de Pedralba de la Pradería hasta Calabor en la frontera de Portugal, Palacios hasta el límite con León, y Porto con Galicia. Las condiciones meteorológicas, y fundamentalmente el estado de las carreteras, determinará si hoy lunes habrá clase. De momento los más pequeños pasaron ayer una jornada plena con guerras de bolas y muñecos de nieve.