La provincia de Zamora destaca sobre el resto de la región en cuanto a lobadas sufridas por los ganaderos en el periodo 2005-2012, y también en cuanto al número de ovejas y cabras afectadas por la predación al ganado doméstico. Nada menos que 4.651 ovejas muertas y otras 411 heridas, a las que se suman otras 295 desaparecidas. A estas pérdidas hay que añadir, en mucha menor cuantía, otros ejemplares de caprino, vacuno y equino, también atacados por el legendario cánido. Es el saldo que aparecen reflejados el documento base elaborado con motivo de la revisión del Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León, abierto en estos momentos a la información y a las alegaciones sociales.

Los datos estadísticos revelan, además, que el lobo ha perdido presencia en el Parque Natural Arrribes del Duero, respecto al año 2007, aunque la especie registra un incremento del número de manadas de lobos del 37,6% en Castilla y León. También dejan claro que el lobo es el dueño y señor de los ataques que mortifican a los ganaderos, muy por encima de los perros asilvestrados, pues de los 5.949 expedientes tramitados solo 687 confieren la autoría a los perros.

Zamora cuenta con unas 40 manadas de lobos, de las 205 distribuidas por la región, de las que 30 se dan por seguras y otras diez por probables.

La provincia de Zamora sobresale del resto de la comunidad de Castilla y León en cuanto al número de expedientes tramitados por daños del lobo a la ganadería extensiva durante la etapa 2005-2012, pues contabiliza un total de 1.456 tramitaciones, de las que 1.271 expedientes corresponden a ataques de lobo, lo que supone el 24,7% de los 5.144 contabilizados en el conjunto de la región. Deben añadirse otros 144 atribuidos a perros (superada en este caso por Salamanca) y los siniestros se incrementan con otros 39 casos cuya autoría no quedó determinada, pero que también sitúan a Zamora, en este capítulo, a la cabeza de la región.

Son datos estadísticos elaborados por los redactores del Plan de Conservación que precisan que los ataques del lobo afectaron, en esta provincia, a un total de 5.062 cabezas de ganado ovino, a 122 de caprino, a 340 de vacuno y tres de equino; resultando la más castigada, con creces, de la región por los ataques de cánidos. De este número de víctimas, además de 4.651 ovejas muertas, perdieron la pellica 115 animales de caprino, 329 de vacuno, tres de equino y otros cinco correspondiente a otras especies.

A la luz de datos, la predación presenta unos rasgos muy diferenciados entre el norte y el sur del Duero. Los ataques caninos a la ganadería ponen de manifiesto que, en el periodo 2005-2012, al norte del Duero los lobos fueron los causantes del 96,6% de los casos (sobre los que se abrió expediente) y los perros descontrolados ni siquiera del 2%; en tanto que al sur del río Duero se atribuyen a los lobos el 77,5%, y a perros descontrolados el 20,3%.

El análisis efectuado por los responsables del documento base también evidencian que el sector ganadero tiende a denunciar en mayor medida los ataques de los cánidos, muy especialmente a partir del año 2009. De este modo, de los 378 expedientes tramitados por asaltos del lobo en el año 2005 se pasó a más de 800 a partir del año 2009. Para la Junta, «puede deberse a una conjunción de hechos, ylógico pensar que esté muy ligado al mayor conocimiento por parte de los ganaderos del sistema de compensación de daños promovido por la Junta de Castilla y León». Otras explicaciones, dice, «pudieran ser el incremento en el censo ganadero o en los niveles poblacionales del lobo, si bien se antoja poco probable que estos hechos, por sí solos, impliquen un incremento tan notable en un solo año».