El hombre del tiempo en Sanabria es Hipólito Hernández, agente medioambiental, que desde 2006 «cuida» de la estación base de la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET de referencia para la comarca. Una estación de actualidad los últimos años por registrar con frecuencia las temperaturas más bajas de la península en el otoño y colocar en los mapas del tiempo, día sí y día no, a Puebla de Sanabria.

La estación, realmente, está a cinco kilómetros de distancia de la villa y en el municipio vecino Robleda-Cervantes, en el anejo de Sampil y a 935 metros de altitud. La pequeña base, un modelo estándar de la AEMET, registra los datos de temperatura, humedad y precipitaciones con una periodicidad de 10 minutos, que se transfieren a una central en Valladolid. La mínima de ayer fue de 3,8 grados bajo cero y la máxima llegó a 12,1 en positivo. La humedad relativa máxima ayer fue de 99,7 %y la mínima 38,5%, precipitaciones 0. Si no hay heladas, y ayer la hubo, la humedad relativa suele ser del 100 por el rocío de la mañana, como explica Hipólito Hernández, que con frecuencia tiene una ayudante, su hija Fátima.

El mes de noviembre, un mes lluvioso por lo general, este otoño viene escaso de agua frente a los meses con más precipitaciones como octubre, con 218 litros, y mayo, con 222. Los dos últimos registros de lluvia fueron del día 8 con 5 litros y del día 9 con 0,2 litros. El pluviómetro de cazoleta registra las precipitaciones cada 0,2 litros. Una placa solar suministra la energía necesaria para tener operativa la sencilla instalación.

Además de remitir los datos de forma automática diariamente, todos los meses Hernández descarga en una tarjeta de memoria los datos de la estación meteorológica y se transfieren desde su ordenador a la Agencia. Cada tres meses técnicos de la AEMET comprueban la buena salud tecnológica de las instalaciones. En una torre contigua de madera está protegido el sensor de temperatura, un termómetro digital homologado, resguardado del sol.

Esta estación no tiene nada que ver con el aforador de Confederación Hidrográfica del Duero situado en la zona de Gallinatos, en Puebla de Sanabria, ya que muchos sanabreses creen que los datos meteorológicos salen a pie de río, el Tera.

La estación de Sampil está situada a suficiente distancia del río Tera, a su paso por el casco de El Puente de Sanabria, para que no influya en la medición de las variables. Lo único que no se puede medir desde esta estación es el viento porque la masa de robledal que rodea la instalación interfiere decisivamente a la hora de muestrear los datos.

Los datos meteorológicos que se registran desde este rincón de Sampil al centro de Puebla varía muy poco, y perfectamente puede representar la media de la comarca.

Registrar las temperaturas mínimas de España con cierta frecuencia no es un obstáculo para los empresarios de hostelería y el turismo. Si bien es verdad que noviembre es uno de los meses con menos afluencia de todo el año, como afirma el hostelero Claudio Cid «se trabaja mucho mejor ahora entre semana con el personal de las obras del Tren de Alta Velocidad, que los fines de semana». El frío y el invierno «no perjudican, perjudica más que llueva» dice el empresario mientras atiza las brasas del restaurante. Incluso se espera con ganas la nieve para animar a los visitantes a acercarse hasta San Martín de Castañeda. La combinación climática más perjudicial sería el frío y el agua pero en los meses de julio y agosto, que es cuando la gente viene buscando el sol y la playa. En ese caso sí habría problemas.

Ver en los avances del tiempo la referencia de Puebla de Sanabria con los grados más bajos del mapa peninsular no afecta ahora al turismo «no es malo salir con las temperaturas más bajas, es mejor que hablen de nosotros aunque sea mal» dice otro de los empresarios de hostelería, Rubén Zurdo.

Y el hombre del tiempo de Sampil dice que las temperaturas de estos días no son de las más bajas. El día 12 de febrero de 2012 hasta el termómetro pasó frío con los 15,4 bajo cero. Aunque la temperatura más baja fue registrada el 20 de diciembre de 2009, con nada más ni nada menos que -15,6 grados.