La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba, principal área productora de castañas en la provincia de Zamora, junto a Sanabria y La Carballeda, ha abierto la campaña de recogida y comercialización del apreciado fruto silvestre con unos buenos precios, animándose el mercado en parte gracias a la llegada de los comerciantes para llevarse las castañas al vecino Portugal y Galicia donde existen importantes empresas dedicadas a la transformación. Sejas, Tola y Alcorcillo son los primeros pueblos en recolectar.

La castaña se ha convertido en una apreciada fuente de ingresos para muchas de la familias en tiempos de crisis y de regreso obligado a los pueblos de mano laboral joven por causa del desempleo en las ciudades. Familias de jubilados, las más ancianas -hay muchas por encima de los ochenta- al no poder afrontar la recogida por si solos, están optando por un sistema solidario y compartido con los jóvenes: éstos les ayudan a coger las castañas y tras venderlas se reparte al 50% las ganancias y todos contentos, pues así los castañicultores mayores no pierden la cosecha y sus vecinos se ganan un jornal. Otros emigrantes hacen coincidir sus vacaciones con la campaña.

Los precios para las castañas de primera , «injertas», de gran tamaño, que se pelan bien y mas apreciadas en los mercados, comenzaron a 1,60 euros por kilo. Ayer ya habían bajado a 1,50, sorprendiendo lo que se está pagando por las bravas: entre 80 céntimos y un euro. Estas, aunque más pequeñas, según los castañicultores tiene mejor sabor. Los recolectores temen que los precios vayan a la baja. En Portugal, aparte de la alternativa agroalimentaria y gastronómica, se fabrican con ellas tanto harinas como piensos para animales.

Según un castañicultor alistano, Joaquín Silva Fernández: «con estos precios en una finca en plena producción una sola persona puede sacarse entorno a 100 euros en tan sólo cuatro horas, un buen jornal en estos tiempos difíciles».

Los principales pueblos productores de castañas son Villarino Tras la Sierra y Tola. En pueblos como Sejas y Trabazos la concentración parcelaria ha favorecido la plantación de nuevos castañares. Pueblos típicos de castañas son Alcañices, Flechas, Ferreras de Arriba, San Juan del Rebollar, Riofrío, Figueruela, Riomanzanas, Alcorcillo, Cabañas y Sarracín.

El principal problema para los castañares esta siendo el «Chancro» y «La Tinta», una auténtica lacra difícil de erradicar. Los castaños centenarios van desapareciendo y el efecto miedo, indirecto y colateral, reduce las plantaciones, pues aunque cada vez hay más fincas libres proclives a la replantación, muchos de sus dueños se frenan por temor ante el incierto futuro.

En cuanto al producto, los jabalíes se están convirtiendo en un problema pues arrasan con las castañas dejando solo la cascara. «Es un desastre, los familias con camadas tempranas, son insaciables y en una sola noche dejan sin una castaña el castañar. Les ponemos espantapajaros pero no le tienen miedo alguno», sentencia Juan Martín.

La sequía del verano ha traído consigo que los «Pellizos» hayan tardado en abrir, las castañas más en madurar y que «la campaña llegue con quince días de retraso», según asegura Manuel Rivas, castañicultor de Trabazos, experto en cultivo, injertos y tratamiento de plagas, además de artesano, el cual asegura que «las perspectivas no son malas, incluso puede ser una buena campaña de castañas».

Las castañas además están contribuyendo a al intercambio de costumbres intergeneracional pues son los niños los que primero se prestan a ayudar a sus abuelos: orgullosos estos de sus castaños y nietos.

«La sequía del verano ha retrasado el inicio de la recolección 15 días, pero aún así se prevé una cosecha buena de bastante calidad»

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Castañicultor de Sejas y Trabazos