Los tres grandes incendios sufridos en las localidades de Fonfría, Villardiegua y Hermisende concentran el 76% de la superficie quemada durante la campaña estival, según los datos aportados ayer por el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro. Este porcentaje supone que estos tres fuegos calcinaron 4.000 de las 5.360 hectáreas arrasadas en el conjunto de la provincia, lo que a su vez representa el 52%, es decir, más de la mitad de la superficie afectada por las llamas en toda la región.

A pesar de estas cifras, Castro considera que el balance de la campaña de incendios «es aceptable en cuanto a número de incendios y superficie afectada». En total, la provincia ha sufrido 185 focos durante los meses de verano, «una de las menores cifras de los últimos diez años», según destaca el representante de la institución regional. Unas cifras que podían haber sido mayores de acuerdo a las previsiones del Servicio de Medio Ambiente, que anunciaban una campaña de incendios de alto riesgo tras las intensas lluvias de la primavera, que habían generado «mucha hierba, monte bajo, matorral, y jara unidos a un verano seco y a altas temperaturas».

A mayores, el 65% de estos 185 fuegos registrados a lo largo del verano se han quedado en conatos al ser controlados antes de que avanzaran. Un porcentaje que, según Castro, supone «un buen indicativo de la respuesta inmediata que se da desde el minuto cero, desde que cualquier persona llama al servicio de emergencias».

Aún así, «lo triste es que Zamora es la provincia número uno de la región en cuanto a superficie quemada», reconoce Castro. El único dato positivo, según resalta, es que «solo el 16% de esa superficie es masa arbórea, que es lo más complicado recuperar».

En cuanto a la instalación de las cámaras y a falta de datos más concretos, el delegado territorial de la Junta asegura que «los primeros análisis demuestran su labor de disuasión». Algo que, según señala, se extenderá «una vez concluida la temporada de verano cuando las cámaras van a seguir haciendo su labor de vigilancia para detectar lo antes posible los incendios y para que los que los provocan se sientan vigilados».

En el caso de Hermisende, según precisó Castro, «la Junta trasladó al Ayuntamiento la problemática existente, con 108 incendios desde 2010, y propusimos soluciones, pero la respuesta del Ayuntamiento, del alcalde a su cabeza y del partido socialista es atacar al que denuncia la situación». En este sentido reitera que «el PSOE nunca ha realizado declaraciones en contra de los que provocan incendios, no vale decir que se limpien los montes porque la mayor parte son comunales, no de utilidad pública, por lo que no es la Junta la que tiene que limpiarlos sino ellos».

En cuanto a la posibilidad de aumentar las actuaciones de prevención, Castro considera que «la Junta ya realiza suficiente campañas, pero hay gente que sistemáticamente quema todos los años en Aliste y la Alta Sanabria». Contra esa gente, a su juicio, «la única opción es localizarlos y que haya denuncias expresas de los vecinos porque me consta que la Guardia Civil y los agentes medioambientales hacen bien su labor». En el caso concreto de Hermisende, volvió a insistir en la dificultad que supuso la orografía del terreno, «con desniveles del 30%, con los que no se puede meter ni una autobomba». Respecto al procedente de Portugal que cruzó a la comarca alistana, «fue un incendio especialmente virulento y cuando el frente supera los dos kilómetros solo se pueden minimizar las consecuencias».

En todo caso, el máximo responsable de la institución regional aprovechó la ocasión «para dar las gracias a todas las administraciones y personas que han colaborado en la extinción de los incendios, en especial, la Guardia Civil y los trabajadores de la Junta de Castilla y León que se juegan la vida para extinguir las llamas».