Las administraciones no quieren saber nada de la carretera de Robledo de Sanabria a Sandín y mucho menos de la pista forestal de Robledo a Linarejos. Motivos no le faltan, con más de 50 baches y agujeros por kilómetro, el asfalto a día de hoy es un patatal que aumenta el riesgo de accidentes desborda lo escrito en el manual de mantenimiento de carreteras y pone en peligro material y personal a todo conductor que ose atajar por cualquiera de estas dos vías.

La carretera merece un repaso para clarificar los tramos que se superponen y donde no todo lo que parece es carretera. El primer tramo desde la salida Robledo en dirección a Sandín hasta el puente de Truchas es una carretera provincial en muy mal estado de conservación. A unos doscientos metros de este puente, de gran valor etnográfico y constructivo, continúa la carretera aunque no se le puede dar tal acepción porque carece de firme y se circula por la caja de zahorra de lo que no ha llegado a ser asfalto. Este tramo es el que continúa hasta el pueblo de Sandín aunque a pocos metros del famoso puente Truchas está el desvío a la estación de Robledo, que también tiene una carretera a medio empezar.

El problema que señalan tanto en Sandín como en Robledo es que hay decenas de viajantes todos los años que se topan con esta carretera sin firme que figura en los mapas internacionales con ese status de carretera porque es la que se prolonga desde Sandín, Robledo hasta la frontera de Portugal con Rihonor de Castilla.

Dicho sea de paso, quienes se pierden en este vericueto son principalmente conductores portugueses, franceses, alemanes y algún inglés. Esta carretera para los representantes de Robledo estaba incluida en la mejora de la vía desde la frontera de Rihonor de Castilla a Villanueva de Valrojo. El empiece inicial iba a ser por la parte fronteriza de Rihonor pero dado que había mayor número de pueblo en el punto inverso en la Carballeda, se comenzó por ahí, dejando sin asfalto el primer tramo que ahora es el último. Desde el puente Truchas a Linarejos y Sagallos la vía no tiene ni nombre ni número, porque era un camino forestal con el firme de una carretera, que está totalmente rota. Sin nombre tampoco tiene dueño, aunque sí usuarios. Cientos de camiones han entrado y salido de los pinares de la Sierra de la Culebra por esta carretera, desde la década de los noventa en que se trasformó su plataforma de tierra. Quien no puede hacer uso de ella son los residentes de los municipios de Puebla de Sanabria, Manzanal de Arriba, ni los turistas de la Sierra de la Culebra, ni el panadero que antes hacía esta ruta dejando su pan. Hasta hace un año aún tenía trazas de carretera, pero ahora ni camino de cabras para ir a la estación.