El pueblo de Requejo abrió ayer sus festejos principales con la conmemoración de la Fiesta Sacramental a la que seguirá hoy la celebración de San Lorenzo, patrón del pueblo. Las puertas de la parroquia bajo la advocación de San Lorenzo se abrieron ayer de par en par para acoger los actos centrales de las fiestas del verano, que además de la celebración religiosa y la comida de fiesta ofreció entretenimiento a niños y mayores con música y juegos de espuma.

Pasadas las doce del mediodía comenzó el acto central en la parroquia de San Lorenzo con numerosos fieles congregados para la ocasión. El padre José Rodríguez Álvarez, natural de Requejo y que ejerce su ministerio en Brasil, ofició la misa muy concurrida y emotiva, celebración a la que está ofrecido todos los años durante sus vacaciones en su pueblo natal.

En la homilía el padre destacó la costumbre de realizar las celebraciones alrededor de una mesa donde se comparte la comida y los buenos sentimientos, y que para los cristianos el compartir se traslada «a la celebración en el altar donde se comparte a Cristo».

José Rodríguez tuvo un recuerdo especial, en un día tan señalado, para todas aquellas personas que sufren «por enfermedad o pasan necesidad socialmente o no tienen trabajo». Al finalizar los actos en el templo, el sacerdote pidió un aplauso para todas las madres, tras la interpretación de uno de los cantos a la Virgen del solista de la charanga Támega.

La procesión trasladó bajo palio al santísimo hasta el crucero, con recogimiento y con oraciones, además de saludos entre los vecinos y veraneantes que ayer se reencontraban con motivo de la fiesta del patrón.

Los músicos de la charanga que desde hace años asisten a la fiesta de San Lorenzo, se encontraron este año con un joven candidato de seis años a integrarse en la banda, Alejandro Carretero Cerviño, que de manera disciplinada tocaba los acordes a petición del director que en todo momento estuvo pendiente del joven intérprete, al igual que la familia del pequeño.

En la plaza y finalizado el recorrido procesional, los músicos cambiaron sustancialmente de registro para animal a las parejas veteranas al baile.