Tras una vida de Guardia Civil en Asturias Julián Martín, ya jubilado, temió por él, por su pueblo y por sus gentes.

-La tragedia ha merodeado por las tierras rayanas.

-Los vecinos de Moveros hemos pasado uno de los peores momentos de nuestras vidas, el viento arreció, cambió de dirección y todos éramos conscientes que venia camino del pueblo, que podía pasar lo peor. El fuego llegó hasta las cercanías del casco urbano de la localidad y la verdad: ya no sabíamos que hacer.

-¿La superficie quemada es bastante importante?

-En Moveros lo que más se ha quemado son robles. Siempre que se quema algo es triste, árboles que llevábamos viéndolos ahí toda la vida se han quemado y otros se irán secando a causa del incendio.

-Los vecinos alaban la labor de los efectivos.

-Hicieron un trabajo duro y sin descanso, pero el viento no ayudaba. También ellos lo pasaron mal. Es de agradecer su labor y la de mis vecinos: estoy muy agradecido a todos ellos.

-Los propios vecinos también han colaborado.

-Hemos hecho lo que hemos podido. Les hemos dejado a los efectivos coger agua de la red y les hemos dado alimentos, cada uno lo que ha podido.