El incendio que se inició el pasado jueves en Portugal y cruzó a la provincia zamorana arrasó, según las primeras estimaciones de la Junta de Castilla y León, alrededor de 1.000 hectáreas, de ellas entorno a 100 en territorio portugués (donde había viejos castañares) y 900 en España. Los pinares calcinados, plantados entorno al año 1950, corresponden a los montes alistanos de los parajes de «Majada Linares» de Ceadea, la más afectada, y «Majada Boquerón», en «La Canda» de Arcillera, ambos del municipio de Fonfría; y «El Majadal» de Vivinera del Ayuntamiento de Alcañices. El Arcillera el fuego se llevó por delante todos los trigales de «La Quiñonadas» y «Cepedillo».

Las llamas tardaron sólo una hora y 44 minutos en cruzar la frontera, algo que ocurrió a las 18.04 horas. Tras cruzar la frontera el primer gran problema surgía al dirigirse hacia la población de Arcillera. El peligro era evidente y por ello se concentraron allí, para salvar el pueblo, todos los efectivos. La ubicación en el lugar de las antiguas minas, con grandes reservas de agua, permitió a los helicópteros y carrocetas recargar con urgencia consiguiéndose que el fuego no se acercase a las viviendas. El problema se presentó cuando el viento dirigió el fuego hacia Moveros.

En territorio español no se produjo ningún daño personal pero si dejó heridos seis bomberos del Parque del concelhos de Miranda do Douro, cuatro de ellos en estado grave, que fueron trasladado al Hospital de Quemados de Oporto tras resultar atrapados por las llamas en Cicouro, aldea trasmontana, donde se inició el incendio hacia las 16.20 horas del jueves. Dos de los bomberos se encuentran en estado crítico ya que las quemaduras sufridas afectaban al 85% de su cuerpos. Un tercero tenía quemaduras del 40% y los otros tres, heridos, leves fueron dados de alta. El fuego calcinó su vehículo.

Fuentes lusas han confirmado a este periódico que el fuego se originó por una vieja cosechadora mientras recogía cereal en Cicouro donde además de los bomberos de Miranda acudieron los de Sendim, Mogadouro y Vimioso, junto a los medios de España.

Las llamas y el humo obligaron a cortar la Nacional 122, el fuego cruzó la carretera y el delegado Territorial de la Junta de Castilla y León declaró el Nivel 2, constituyéndose el Centro de Cooperación Operativo Integrado. Alberto de Castro comunicó la situación a la subdelegada del Gobierno Clara San Damián y se mantuvo en contacto con el alcalde de Fonfría Jesús Lira del Río. La Nacional 122 se reabrimos al trafico a las 20.45 horas. El incendio bajó a nivel 1 a la 1.05 horas de ayer viernes. Castro visitaba ayer Moveros donde afirmaba que «después de una noche complicada el fuego está estabilizado. El jueves a causa del fuerte viento tuvimos problemas a la hora de apagar el incendio. Ahora tenemos que actuar para que no se reavive, que no se extienda. Los pueblos que estaban ayer en peligro ya no lo están. Hay que agradecer el trabajo del personal de la Junta y de cuantos participaron, que han actuado en coordinación. El monte está afectado, no obstante damos un mensaje de tranquilidad». E incidía: «Hay un convenio de colaboración permanente entre España y Portugal y todos los medios fuimos a ayudarles. Las fuertes rachas de viento, superiores a las previsiones que teníamos en ese momento, hicieron que la evolución fuera difícil. Los técnicos de la Junta están trabajando de un a manera intensiva».

El área fronteriza que se vio afectada en la tarde y noche del jueves por un incendio internacional sucumbió bajo las llamas hace dieciséis años, en un fuego que tuvo lugar coincidiendo con la Semana Santa: en la tarde de Jueves Santo. Entonces fue al revés: se inició en Aliste y paso a Tras Os Montes.