La realización de un contrafuego en la pradera conocida como la «Llamera de la Iglesia» facilitó la detención de las virulentas llamas cuando estaban a sólo 150 metros de las viviendas y naves periféricas de Moveros. La actuación fue desarrollada por los miembros del Parque de Bomberos Voluntarios de la Mancomunidad de Servicios «Tierras de Aliste» que participó con 2 autobombas, 1 vehículo de salvamento, otro de jefatura de mando y ocho efectivos humanos, durante 12 horas: desde el inicio del fuego hasta las 3.30 de la madrugada.

Una vez que quedaron libre de peligro las localidades de Ceadea y Arcillera los bomberos alistanos se desplazaron a proteger el pueblo de Moveros. Como solución acertada se optó por un contrafuego: lo que se hizo fue quemar la pradera, intencionadamente, y así se consiguió el objetivo, cuando llegaron las llamas no pudieron pasar.

Autoridades y vecinos se deshacían en elogios para todos los efectivos, pero muy en especial para los Bomberos Voluntarios de Aliste: «he estado apagando lo que he podido como un vecino más junto a ellos y he visto una labor encomiable, han trabajado duro y bien. En Aliste podemos estar orgullosos de tener unos bomberos con tanta formación, profesionalidad y entrega», aseveraba Ignacio Martín Lira, vecino de Bermillo de Alba, que acudió a ayudar a los pueblos de Arcillera, Ceadea y Vivinera. Allí estuvo también la Agrupación Local de Protección Civil de Alcañices, cuyo jefe, Luciano Rego Rivas, se mostraba triste por el incendio y sus consecuencias, pero a la vez orgulloso de la unión y labor de los medios contraincendios y de los propios vecinos: «efectivos y vecinos hemos demostrado que siempre y más aún en la desgracia Aliste y los alistanos estamos para ayudarnos. La coordinación y la labor ha sido esencial».

La Unidad Militar de Emergencias, por su parte, se desplazó desde la provincia de León, a última hora de la tarde del jueves, para velar durante toda la noche por la seguridad de los pueblos y la de su habitantes, para actuar ante cualquier situación de máxima emergencia o luna posible evacuación ciudadana. El operativo de la UME estuvo compuesto por seis autobombas y cuatro técnicos de logísticas. Entre el miedo y la angustia destacó la acción humanitaria de los habitantes de Moveros: los efectivos humanos llegaban agotados al pueblo tras una agotadora tarde y aun así no paraban. Fue entonces cuando las familias se fueron a sus casas y allí elaboraron bocadillos de jamón y chorizo y llevaron a agua para todos. Lo mismo el bar donde se les ofreció bebida y bollería para aliviar al sed y el hambre.

«Efectivos y vecinos han demostrado que los alistanos estamos para ayudarnos siempre»

<Luciano Rego Rivas >

Protección Civil de Alcañices

«Estamos orgullosos de los bomberos de la zona, su lucha por salvar los pueblos ha sido admirable»

<Ignacio Martín Lira >

Vecino de Bermillo de Alba