La asociación Cultural el Texus de Requejo de Sanabria ha recibido una donación inusual correspondiente a las dietas de asistencia a pleno del concejal socialista, Baldomero Sampedro Cerviño, que ha renunciado de esta manera a percibir emolumentos del consistorio. La cuantía es de 795 euros correspondientes a las dos últimas anualidades. De esta cantidad tan solo se restará el porcentaje correspondiente al IVA que tributa la dieta. La cantidad asignada por plenos ordinarios es de casi 100 euros, con cuatro plenos obligatorios a celebrar cada año.

La presidenta de la asociación, María Isabel González Iglesias, subrayó el gesto del munícipe «de su honradez» y el gesto del concejal «que en el ayuntamiento dicen que no cobran, pero sí reciben dinero por asistencia a los plenos». La asociación se reunirá en el mes de agosto para determinar el destino del dinero donado.

El concejal Baldomero Sampedro por su parte precisó que no está de acuerdo con que los concejales reciban dinero del Ayuntamiento. Sampedro ha calculado que el pago de las dietas a los concejales por asistencia a sesiones ordinarias supone unos 9.000 euros, sin incluir las dietas del alcalde ni las de asistencia a Junta de Gobierno.

Ese dinero «se puede invertir en otras cosas más necesarias como una biblioteca para los niños o hacer actividades durante las fiestas de la Virgen de Guadalupe o de San Lorenzo». Sampedro que eludió el protagonismo y sí recalcó que su único cometido, aparte de donar el dinero, era dejar claro que no comparte que el Ayuntamiento pague dinero a los ediles. En estos dos años de mandato municipal como concejal de la oposición ha asistido a ocho de las nueve sesiones ordinarias convocadas, incluida la de investidura.

La periodicidad de las sesiones ordinarias se estableció «a las ocho de la tarde cuando todo el mundo ha terminado de trabajar, y no se puso en horario de trabajo que perjudicara a nadie». El desplazamiento para asistir al Ayuntamiento tampoco conlleva gastos de transporte, ya que todos los concejales tienen residencia en el propio pueblo.

El concejal socialista consultó si era legal que pudiera donar el dinero, y no hay ningún inconveniente «si me hubieran pagado 200 o 2.000 también los hubiera donado». Con 140 vecinos residentes en el pueblo se podían hacer actividades para mejorar la convivencia «todos teníamos que trabajar para todos».

El concejal de Requejo se ha visto sorprendido por cobrar las dietas correspondientes a los dos años de legislatura en un solo pago, cuando el presupuesto se aprueba anualmente.

Tampoco tiene constancia de que se haya fijado el dinero correspondiente a estas retribuciones «que debía ser una cantidad fijada en corporaciones anteriores». Sampedro insiste que un Ayuntamiento como el de Requejo no debería pagar a los concejales y, en su lugar, debería hacer mejoras en el pueblo.