Las once cámaras de vigilancia que se instalarán en las comarcas de Sanabria y de Aliste son autónomas y están provistas de energías renovables. En concreto, cada dispositivo dispone de seis paneles solares y de un aerogenerador capaces de dotar a la cámara de energía suficiente para funcionar durante 24 horas.

Estos puntos de detección se sitúan en once torres de una altura de entre 20 y 30 metros. La orografía del terreno ha dificultado la instalación en algunos casos, lo que ha hecho necesario incluso el uso de un helicóptero para facilitar el montaje.

En cuanto a la información facilitada, las videocámaras no sólo alertan sobre la aparición de posibles focos de incendios, sino que también transmiten otros datos de ayuda para la extinción de los mismos. De esta forma, el operativo dispondrá de indicadores como la temperatura, la humedad o el viento. Con esta información complementaria, los efectivos no sólo podrán atajar los incendios con más conocimientos, sino que incluso pueden realizar simulaciones y previsiones de la posible evolución del fuego, según destacó el delegado de la Junta, Alberto Castro.

A mayores, los vehículos de la Junta de Castilla y León contarán con localizadores que transmitirán su ubicación a tiempo real. Además tendrán comunicación con el centro provincial de mando, que podrá dirigirlos por las rutas más adecuadas en caso de incendio.