El grupo socialista en el Ayuntamiento de Coreses denuncia la asignación por parte del alcalde popular, Luis Hernández, «de un sueldo mensual que costará al municipio 3.300 euros mensuales».

El PSOE señala que el sueldo, «por dedicación exclusiva y de carácter temporal», fue aprobado en la sesión plenaria celebrada el pasado 20 de mayo.

Los socialistas expresan en un comunicado que «después de dos años al frente del municipio, y en la primera ocasión de dificultad de gestión, (ejecución del proyecto de suministro eléctrico al Polígono Industrial y aplicar la Ordenanza de vertidos industriales), el grupo popular, con su alcalde al frente, manifiesta su incapacidad para resolver los problemas de gestión de manera generosa y gratuita, como se ha hecho hasta ahora en este Ayuntamiento, y con una carga de trabajo y servicios mucho mayor a la actual».

El alcalde del municipio de Coreses, Luis Hernández, reconoce el establecimiento del sueldo, que cifra en la cantidad de «2.200 euros brutos». Pone de manifiesto que es el sueldo que venía cobrando «como funcionario de la Junta de Castilla y León» y asegura que no tiene ninguna voluntad «de beneficiarse con este sueldo ni de ganar más» que en su anterior puesto de trabajo. El periodo de excedencia solicitado es de tres meses, en los que confía resolver los cometidos municipales.

El regidor Luis Hernández justifica la decisión criticada por la oposición «en la importancia de los proyectos que quiere sacar adelante», entre los que destaca la electrificación del polígono industrial.

El alcalde afirma que quiere «estar al 100% para no perder una ayuda de 400.000 euros del Ministerio de Industria», una ayuda que considera imprescindible para dotar de suministro eléctrico a un polígono industrial de 70.000 metros cuadrados, del que se espera que «cree riqueza para el municipio». «Hay gente interesada en instalarse en este polígono pero no puede hacerlo en lo que no haya luz eléctrica» expresó ayer. También quiere el alcalde sacar adelante un proyecto de control de vertidos.

Para los representantes del grupo socialista «esto no solo es un fraude electoral al vecino, que no contaba con esto, sino que además, en estos tiempos de crisis económica, es un mal ejemplo representativo y un agravio a la comunidad vecinal, que ha visto como se ha suprimido la colaboración del ayuntamiento en actividades ciudadanas, apoyándose en la situación crisis que vive el país, para después utilizar los recursos económicos municipales en interés personal sin ningún escrúpulo».