La Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León asignaba oficialmente ayer las nuevas fincas de la concentración parcelaria de Riofrío de Aliste abriendo a los propietarios, tras 25 años de larga espera, las puertas para la agricultura y la ganadería. Los vecinos podrán ahora conocer sus nuevas parcelas sobre planos y durante un mes presentar alegaciones, tras lo cual se dará paso al acuerdo definitivo y la posterior entrega de títulos propiedad.

La historia comenzaba el día 10 1o de diciembre de 1988 cuando la mayoría de los propietarios solicitaban a la Junta la realización de la concentración parcelaria. Habrían de pasar seis años hasta que el 18 de marzo de 1994 se formaba la junta de trabajo. El estudio técnico previo no llegaría hasta abril de 2004 deduciéndose en él «la conveniencia de llevar a cabo la concentración parcelaria por razón de utilizada pública». Su declaración de utilidad pública y urgente ejecución se acordó por la Junta el día 20 de julio de 2006. La memoria de las bases definitivas, terminadas en febrero de 2010, fueron realizadas por responsables del Itacyl (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León), que se reunieron ayer con los propietarios en Riofrío.

El término local de Riofrío cuenta con una superficie de 3.178 hectáreas de terreno públicos y privados, de las cuales 428 se excluyeron. El perímetro de la concentración parcelaria ha afectado a una extensión de 2.751 hectáreas distribuidas en 23.258 fincas de 529 propietarios diferentes, que se verán reducidas a sólo 1.664. Ello permitirá que cada propietario, que antes contaba con una media de 44 parcelas, recibirá ahora entorno a 3,14, pasando por término medio los minifundios de 1.181 metros cuadrados a 16.101. Los polígonos, hasta ahora 98, se quedan en 15. «La concentración es vital para quienes vivimos de la agricultura y ganadería para trabajar con viabilidad y dignidad y para el resto porque así todos saben cuales son sus fincas», aseguraban los vecinos. Riofrío cuenta con una superficie agraria útil de 2.499 hectáreas de las cuales 1.517 son de labor de secano, 29 de regadíos y huertos, 52 de castaños y viñedos, 185 de pardos y pastizales y 716 de eriales. En cuanto a la superficie forestal, 674 hectáreas, el monte bajo ocupa 660, frente a las 11 de robledales y pinares y tres de arbolado de ribera. Los montes calificados como improductivos suman cinco hectáreas. Las previsiones directas de la concentración parcelaria apuntan a que se aumenten las zonas de pastos en al menos unas 150 hectáreas. La nueva red de caminos contará con una longitud aproximada de 96 kilómetros, de los cuales el 65% tendrían firme de zahorra y el resto de tierra. Los vecinos tienen una última oportunidad de reclamar fincas pues las que sean declaradas de «desconocidos», pasados cinco años, pasarán a Patrimonio del Estado (Hacienda).