Fueron varias las conclusiones que el pasado viernes pudieron extraerse del acontecimiento acaecido en la capitalidad de La Guareña. Entre otras caben destacarse la excelente acogida del público, la disposición y hospitalidad de la corporación saucana con su alcalde a la cabeza, la propia iniciativa auspiciada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA para ser plataforma y lanzadera de jóvenes talentos, la confirmación de esos talentos en ciernes que pronosticaba el pasado jueves al hablar de la calidad de las mimbres, pero también el duro y arduo trabajo que le queda por delante a estas jovencísimas promesas.

Personalmente y desde estas páginas tengo que decirle que no regateen esfuerzos, que aprovechen esta magnífica oportunidad que le brinda el periódico, que sepan aceptar un buen consejo y que crean en sus posibilidades, que indudablemente las tienen. Para empezar, tienen esa materia prima imprescindible, después viene el trabajo y el empeño continuado, además de convenientemente dirigido y corregido por quienes están capacitados para ello. En este sentido me satisfizo, más allá de lo visto sobre el escenario, que también, la confirmación revelada por Clemen de que Eva está recibiendo clases de un contrastado profesor sevillano. Al igual que Ruth al haber decidido desplazarse a Madrid para pulirse en Amor de Dios. Esta sin duda es la grandeza de la iniciativa: la motivación para recorrer el espinoso camino que conduce a la condición de artista.

Carmen Ferreras, con su emotivo verbo, puso al auditorio en disposición, desde las buenas noches, hasta el que lo hayan disfrutado.

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En los prolegómenos bienvenidas y saludos del alcalde Gaspar Corrales, de Manolo Conde y de Antonio Vega «la cara guapa del periódico», dejando claro el objetivo promocional y el deseo de continuación.

Abre la velada la joven salmantina de diez y seis años Sandra Gallego con la guitarra de El Yaki, y la caja de Aitor por aires rumberos, continuando por canción.

Eva Valle, quien el pasado día treinta cumplió dieciocho años, con el toque de Antonio Regalado, nos obsequia con una excelente entrega de tientos -el palo que desarrollara el gran creador gaditano Enrique El Mellizo y asentara definitivamente el jerezano Diego Marrurro- seguidos de tangos todos ellos siguiendo la estela de La Niña de Los Peines. Terminan su primera aparición con romance por bulerías -el de la reina Juana- siguiendo a la racial Fernanda de Utrera. Tengo que reconocer que hacía tiempo que no los veía, por lo que la progresión tanto de Eva, como de Antonio, me resultó altamente gratificante. Hay que seguir así.

Llega el turno de una Mirian Raposo muy emocionada -¡No llores, canta hija mía! Le gritó Carmen Ferreras desde los camerinos- con la guitarra de Carlos de Paz, para hacer «un tema de Falete» y posteriormente «Qué no daría yo» de Rocío Jurado. Como el resto, muy aplaudidos por su buena ejecución.

Ruth Fonseca volvió a demostrar su enorme condición para el baile, además de su presente estado de diamante en bruto dispuesto a ser labrado para convertirse en hermoso brillante. Para ello, como he dicho, prepara la maleta hacia la capital de España. Bailó por soleá de La Serneta y Joaquín el de La Paula sobre disco de Camarón. El teatro boca abajo, no solo por su condición de saucana, que seguro que influyó, sencillamente porque trasmite, tiene duende.

Vuelve Sandra y El Yaki para hacer nueva rumba con cierre de fandangos, el último fuera de micrófono. Eva y Antonio encaran su segunda salida por media granaína para despedirse por fandangos de Manuel Torre, El Carbonerillo y Manuel Vallejo. Mirian y Carlos cantan «Alfileres de colores» de Miguel Poveda y «Se nos rompió el amor» de Rocío Jurado. Finalmente Ruth muestra de nuevo sus facultades con largo zapateado. Todos fueron despedidos con generosos aplausos.

El fin de fiesta, con los artistas sobre las tablas, mostró letras de Sandra, Eva y Aitor con patadita de Ruth y despedida en pareja de ambos. Fuerte y prolongado tributo de todo el respetable puesto de pie. Después llega el sorteo de productos facilitados por los patrocinadores y la conclusión: mantener la iniciativa y aumentar el número de participantes noveles.