Doce jóvenes con edades por debajo de los 25 años, dos de ellos menores de edad y todos de la provincia de Zamora menos uno que es de Madrid, están imputados «hasta ahora» en la autoría de 28 robos en las comarcas de Aliste, Alba, Tierra del Pan y Tierra del Vino, la mayoría en iglesias. Además se les investiga por un «elevadísimo» número de delitos más en Portugal, donde la Guardia Nacional Republicana (GNR) mantiene abierta una operación para conocer el alcance de los robos perpetrados en pueblos al otro lado de la frontera y que han generado una alarma social similar a la vivida en los pueblos zamoranos de la «Raya» durante los últimos meses. Aunque el trabajo conjunto de ambas fuerzas se ha saldado con resultados muy positivos, no se descartan nuevas detenciones.

Los datos fueron revelados ayer por la Guardia Civil -en una comparecencia conjunta de la subdelegada del gobierno y el teniente coronel de la Comandancia de Zamora- una vez que el Juzgado ha levantado el secreto del sumario de la bautizada como operación «Clerical», por los numerosos robos en iglesias protagonizados por los doce jóvenes varones, cinco de los cuales se encuentran en prisión y un menor en un centro educativo. Se trata de individuos asentados en las zonas donde actuaban; cuatro son vecinos de Carbajales de Alba, tres de Latedo, uno de Bercianos de Aliste, uno de Valer de Aliste, uno de Moreruela de Tábara, uno de Zamora y uno de Madrid, a los que se imputa en su conjunto la autoría de 28 robos.

Los detenidos carecen de antecedentes penales y a pesar de que residían en diferentes sitios, estaban comunicados entre sí para actuar, aunque no siempre lo hacían a la vez, como explicó el teniente coronel de la Comandancia de Zamora, Antonio Rodríguez-Medel Nieto.

En total han entrado en 13 templos; las iglesias de Figueruela, Las Torres de Aliste, Rábano de Aliste, Trabazos, Latedo, Bermillo de Alba, Vide de Alba, La Hiniesta, Cazurra, Peleas de Abajo y Casaseca de Campeán. De estos templos religiosos sustraían el contenido de la recaudación de los cepillos y en algunas ocasiones alhajas como crucifijos, cálices o coronas, con importantes daños en los edificios religiosos. Además entraron en la ermita de Montamarta y en la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave, de donde se llevaron unos cálices que después dejarían abandonados una vez que entraron en el bar al lado del templo.

A la banda desarticulada por la Guardia Civil se le imputa también la autoría de robos con fuerza en diez viviendas de Latedo, llevándose del interior de las mismas diversos efectos como ropa, herramientas, alhajas, bombonas de butano, cámaras de vídeo, bebidas, gasolina, ordenadores portátiles o cajetillas de tabaco. En la misma localidad de Latedo los delincuentes entraron en dos garajes sustrayendo una bicicleta, utensilios de cocina y herramienta variada. Está acreditado además que en este pequeño pueblo alistano uno de los dos menores de la banda incendió un vehículo estacionado en una de las cocheras.

Según explicó el teniente coronel de la Guardia Civil, «parece ser que el coche lo estaban empleando para cometer delitos en Portugal. Cuando se creyeron sorprendidos optaron por entrar en el garaje y quemarlo para eliminar pruebas». Para esclarecer este hecho se solicitó la presencia del equipo de investigación de incendios de la Guardia Civil, con sede en León, que confirmó la intencionalidad del fuego que destrozó el vehículo.

El grupo protagonizó también robo con fuerza en el interior de un bar en San Vicente de la Cabeza, otro en San Pedro de la Nave y en el bar de la asociación de jubilados de Carbajales de Alba. En su conjunto sustrajeron televisores de plasma, minicadenas, bebidas alcohólicas, dinero en efectivo de la recaudación y de máquinas expendedoras de café, y refrescos.

En la farmacia de Mahíde se llevaron un ordenador portátil, ropa, prismáticos, un objetivo reflex de la cámara de fotos, preservativos, gafas de sol y recetas. Y en el estanco de Palazuelo de las Cuevas se hicieron con 102 cartones de tabaco. A lo largo de los cuatro meses en los que la banda ha actuado perpetrando cuantiosos robos, a los que se suman los de Portugal, sustrajeron numerosos efectos que ocultaban en corrales, pajares y bajo la cubierta de una vivienda.

Fue durante el primer fin de semana de abril cuando la Guardia Civil inició la operación «Clerical» con el objetivo de esclarecer una serie de delitos contra la propiedad que se habían venido cometiendo desde diciembre de 2012 en pueblos de las comarcas de Aliste, Alba, Vino y Tierra del Pan, generando una preocupante alarma social entre los vecinos. Como consecuencia de ello la Guardia Civil aumentó el despliegue policial en las zonas afectadas, con más dispositivos de vigilancia y control a fin de avanzar en el esclarecimiento de los delitos, detener a los autores y recuperar los efectos sustraídos.

Entre las líneas de investigación abiertas, pronto las pistas apuntaban hacia una que resultó la más acertada. Se trataba de un grupo de personas, residentes en Aliste y conocedoras por tanto del terreno donde supuestamente cometían buena parte de los robos, en el entorno de la «Raya» hispano-lusa. A partir de ese momento se abre la colaboración con la GNR portuguesa y, gracias a los protocolos de colaboración, se pudo intercambiar información que facilitó las investigaciones en la provincia de Zamora.

Objetos recuperados

Una televisión de plasma LG. Dos dispensadores de bolas de premio posiblemente sustraídos en Portugal y una bombona de gas butano. Trípode marca Tokura. Teleobjetivo marca Pro-une, prismáticos 10x30x50. Bicicleta de montaña marca Orbea MTB. Maletín con atornillador marca Intertronic, un royo de cable eléctrico una lijadora eléctrica marca Practyl, un maletín con taladro y brocas marca Bosh, maletín de herramienta eléctrica Power y radial Lametec. Dos patas de cabra, una cizalla, guantes, pasamontañas, linternas y dos focos. Cuatro motosierras de varias marcas. Tres cajas de herramientas conteniendo destornilladores, juegos de llaves de carraca y otra gran cantidad de herramienta profesional. Una réplica de una pistola de abancarga, 19 navajas. Dos calculadoras marca Pespr, seis relojes de varias marcas. Un móvil marca Alcate. Objetos sueltos como once pares de calcetines, llaves de cerraduras, souvenirs de Portugal, un flexo, un rollo de estaño, una bomba de aire, una cinta métrica, unas feminelas, varias cajas de chicles, dinero en monedas fraccionadas y dos bolsitas conteniendo sustancia que pudiera ser marihuana, con una picadora.