Los trabajadores de Alstom advierten que el cierre de la planta de Coreses agudizará el problema de despoblación que sufre la provincia. El cese de actividad anunciado por la compañía dejará en la calle a un centenar de trabajadores, muchos de ellos residentes en la propia localidad, «lo que supondrá un considerable aumento del paro y una pérdida de habitantes», según alerta el presidente del comité de empresa, Agustín Bonis. Además, según destaca «nos han informado de que la empresa tiene firmado un acuerdo por el que se comprometía a no adoptar medidas traumáticas en zonas donde hubiera un problema especial de despoblación, como ocurre en la provincia».

En todo caso, los trabajadores volverán a mantener una reunión con representantes de la compañía este viernes en Madrid en la que confían en conocer propuestas concretas, «ya que hasta ahora no hemos recibido ninguna», según recrimina Bonis. Un encuentro que, a diferencia de los anteriores, se produce una vez concluido el periodo de consultas, con lo que es previsible que la compañía ponga sobre la mesa las alternativas que ofrece a los trabajadores y comience el periodo de negociación. La plantilla rechaza el cierre de la planta y los despidos previstos, algo que la multinacional considera «irreversible», aunque se ha comprometido a ofrecer recolocaciones y otro tipo de alternativas. Mientras llega esta nueva cita, los empleados protagonizaron ayer una nueva manifestación por las calles de la capital «para mantener vivo el conflicto y que los zamoranos no se olviden de nosotros», recalca el presidente del comité de empresa. En este sentido reclama a la Junta «una mayor implicación en el conflicto de la mostrada hasta ahora».