La rogativa de San Marcos que hermana anualmente a los vecinos de Villaralbo y Morales del Vino en la ermita del Cristo se convirtió en esta edición en una muestra de agradecimiento por parte de los agricultores. El sector se mostraba optimista ante la buena cosecha de cereal que se avecina, tras las copiosas lluvias de primavera que han regado con ganas los campos de la comarca del Vino.

«Se ha tenido que retrasar la siembra porque hay fincas donde todavía hay agua, debido a esto seguramente también la recolecta será más tarde, pero previsiblemente la cosecha será abundante en alfalfa y en cereales como el maíz, la cebada, el trigo o la colza. Estamos aquí para agradecer a San Marcos la buena climatología. La peor parte se la lleva la remolacha, pero en esta zona nuestra se cultiva poco» quien así se explicaba era el agricultor villaralbino Joaquín Gutiérrez, incondicional de esta cita del 25 de abril.

«Llevo toda la vida acudiendo a la ermita de Morales en San Marcos. Cuando era pequeño venía en carros con mis padres» añadía Gutiérrez.

En un ambiente primaveral, los devotos y romeros de Villaralbo y Morales del Vino renovaron un año más su devoción a San Marcos durante la rogativa y la misa que se celebraba en la ermita del Cristo de Morales a partir de las doce del mediodía. Una eucaristía que presidía el párroco de Villaralbo, Antonio Jesús Martín de Lera, acompañado por los sacerdotes de Morales, Mario Manso y José Ferrero y a la que asistieron igualmente autoridades locales, entres estas, los máximos mandatarios municipales de ambos pueblos, José María Barrios de Morales del Vino y Felipe Juan de Villaralbo.

Acabados los actos religiosos los romeros aprovechaban para degustar el condumio típico de esta efeméride en la pradera donde instalaban las sillas y las mesas de campo. En el caso de Villaralbo, el bacalao al ajo arriero y las avellanas, a las que, como es costumbre, convida el Ayuntamiento y en Morales del Vino el menú tradicional de este día son los huevos cocidos.