El Monte Raso ha sido sometido a cuatro clareos durante las últimas décadas. Este tratamiento selvícola tiene por objetivo «conseguir la densidad óptima de los árboles y aumentar su productividad», según explica José Antonio Fernández, técnico de la Junta de Castilla y León.

El primero de ellos se llevó a cabo en 1997, seguido de un segundo llevado a cabo en 2001, mientras que el tercero se realizó en 2005 en dos zonas diferentes del monte. El último se ejecutó en 2007, al que se sumará el que está previsto realizar este año, probablemente en septiembre. La edad, la densidad y el estado de salud de cada árbol son los principales criterios tenidos en cuenta para seleccionar los ejemplares que serán cortados, según detalla Fernández.

Estos clareos han ido acompañados de dos podas, realizadas en los años 2000 y 2006 encaminadas a limpiar los árboles e impulsar su crecimiento. En la primera de ellas se intervino en 4.000 hectáreas y en la segunda en 241. Frente a los beneficios que reportan los clareos, las podas no tienen un valor comercial y han conllevado una inversión de casi 380.000 euros. Parte de la madera resultante de estos desbroces ha sido triturada, mientras que la más aprovechable ha sido repartida entre los vecinos de los trece pueblos que forman parte de la Mancomunidad del Monte Raso.