El lunes siguiente al Lunes de Pascua las vecinas localidades de Villabuena del Puente y La Bóveda de Toro se visten de fiesta. Lo que en la provincia de Salamanca es la celebración del popular Lunes de Aguas, en estos pueblos de la comarca de La Guareña adquiere un sentido religioso y festivo a la vez.

En tiempos, La Bóveda y Villabuena celebraban juntos esta fiesta, pero una disputa por la belleza de sus respectivas vírgenes terminó en más que palabras y hoy cada uno honra a la suya, los primeros con una romería hasta el «Pago del Contadero» y en Villabuena con una procesión por las calles del pueblo. La tradición cuenta que antaño se invocaba a las patronas para que trajeran el agua a los campos, desesperados ante la sequía existente. Este año seguro que las rogativas no han clamado por una lluvia que ha sido generosa desde el principio de la primavera.

Amaneció un día desapacible, de viento y frío, muy poco propicio para celebraciones romeras. De hecho, la de La Bóveda de Toro fue una de las menos participativas que se recuerdan. Después de una muy concurrida misa en la iglesia parroquial, tan solo tres carrozas acompañaron a la Virgen de las Nieves a lo largo de su recorrido desde la iglesia hasta el teso donde habitualmente se reúnen los vecinos para disfrutar de la merienda. Una original panadería, «La Moderna», que hasta anunciaba «pan duro para los perros»; otra muy animada por las sevillanas; y una tercera que representaba un corral de animosos granjeros.

Ayer eran escasos los corrillos de familias y amigos que se animaron a plantar mesa y mantel.

Aún así algunos hicieron frente a la adversidad y sacaron el embutido, los torreznos, el hornazo y las rosquillas para cumplir un año más con la tradición del Lunes de Aguas. También el Ayuntamiento de La Bóveda invitó a todos los participantes mientras la Virgen de las Nieves era venerada por las personas que se iban acercando.

«El tiempo no nos ha acompañado» admitía el alcalde, Francisco Benito, al referirse a la romería. Sin embargo destacó la masiva participación en el baile de la noche anterior.

A escasos kilómetros, en Villabuena del Puente, sus habitantes acompañaban a la Virgen del Rosario mientras los niños portaban en andas al Niño Jesús. Como es tradicional, ambos salieron de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol a los sones del himno nacional y encabezados por el pendón, para tomar después cada uno un recorrido.

Encabezando el desfile procesional, la Corporación Municipal con su alcalde Constantino de la Iglesia al frente.

El momento más emotivo de la procesión de Villabuena del Puente llegó cuando la Virgen del Rosario y el Niño Jesús se reencontraron, se saludaron con las tradicionales venias y, tras el canto de la Salve, todos retornaron a la iglesia donde tuvo lugar la misa.