La aparición de una manada de lobos en el término de Cuelgamures a escasos 500 metros del centro del pueblo tiene en vilo a los vecinos de esta localidad. Amando y su hijo Gustavo Hernández se toparon el pasado lunes con dos parejas que merodeaban por la zona conocida como Guanimoro, un lugar donde existen prados y es habitual que pasten reses de bovino y ovino. La presencia de padre e hijo con sus respectivos tractores disuadió a los cuatro lobos de seguir acercándose al pueblo y buscaron la huida por «un regato», explica Rafaela Herrero, esposa y madre de los testigos presenciales.

Los vecinos se encuentran en alerta al recordar el ataque reciente a una ganadería de Cubo del Vino. «Aquí a la gente le gusta mucho salir a pasear y ahora lógicamente tenemos miedo. Y en esa zona y en otras del pueblo donde es monte y hay níscalos, hemos estado recogiendo setas hasta diciembre».

La irrupción de los lobos en Cuelgamures no es la primera vez que sucede, pues el mismo alcalde del municipio, José Bartolomé, recuerda como el año pasado a los propietarios de una ganadería de vacas bravas le comieron tres terneros «dejando exclusivamente la cabeza».

Ante esta situación los vecinos de Cuelgamures ya solicitaron en su día que la Junta autorizara una batida de lobos, aunque fue denegada.