El Lago de Sanabria, en la provincia de Zamora, es el mayor lago de origen natural de la Península Ibérica y el único de origen glaciar, con una capacidad de 100 millones de metros cúbicos de agua. Durante tres meses, que se extienden desde diciembre hasta marzo, las masas de agua del Lago estarán en proceso de mezcla. A través de este proceso, el lago consigue regenerar el oxígeno y mantener así a todos los seres vivos que conforman su cadena trófica, es decir, la relación que se establece entre las distintas especies del ecosistema para su alimentación.

Durante nueve meses al año, el agua del lago está estratificada en tres capas: el hipolimnion, la más profunda (desde los 15 metros de profundidad hasta la capa más profunda de lodos); la termoclina, a 15 metros de profundidad, y el epilimnion, desde los 15 metros hasta la superficie, según la información del portal de Espacios Naturales de Castilla y León recogida por DiCYT.

Cuando el agua está estratificada, la diferencia de oxígeno en las mismas varía notablemente, así como la temperatura del agua, que puede alcanzar los 20 grados en la capa superior y los siete en la inferior.

Sin embargo, cuando llega diciembre la temperatura del agua de la capa superior disminuye considerablemente, el agua alcanza mayor densidad y comienza a hundirse hacia la profundidad. La capa termoclina que separa estas dos masas se rompe, permitiendo la mezcla invernal.

El agua que se encuentra en la profundidad (hipolimnion) tiene menor densidad por encontrarse más caliente y es desplazada por el agua fría que cae desde el epilimnion. Así, la temperatura tanto en la superficie como en la profundidad del Lago se iguala sobre unos 4 grados, tanto en la capa superior como en la inferior.

Regeneración natural del oxígeno

Se trata de una manera natural de regenerar el oxígeno que van gastando continuamente los seres vivos que habitan en estas masas de agua. Cuando llega marzo, en primavera, la capa superior vuelve a aumentar su temperatura, parando la mezcla invernal, y el agua vuelve a estratificarse durante otros nueve meses.

Este movimiento vertical de origen natural en los lagos, así como su alimentación y "vaciado" por el río Tera, movimiento horizontal que también permite regenerar la masa de agua, hacen de éste "un lago de aguas limpias corrientes y muy oxigenadas, a pesar de recibir al año una media muy alta de visitantes". Las orillas del mismo, fundamentalmente durante la época estival, son visitadas por una media aproximada de 500.000 personas.