César Movilla Anta es asturiano de adopción pero zamorano de corazón. Es el alcalde de Noreña, un próspero concejo asturiano de cerca de 6.000 habitantes situado a tan solo doce kilómetros de Oviedo, pero nació en la capital zamorana y sus recuerdos de la infancia pertenecen a Cerecinos de Campos, donde pasó su niñez y parte de su juventud. Mantuvo su domicilio en dicha localidad, en la que su padre era cartero, aunque cursó sus primeros estudios en Villafáfila y los acabó en Benavente.

Sus dos hermanos fueron los primeros en trasladarse al Principado de Asturias, donde César Movilla y su madre también fijan su domicilio desde 1976 tras la muerte repentina del cabeza de familia. Oviedo fue su primer destino, donde el actual alcalde de Noreña cursa COU y opta por estudiar la diplomatura de Enfermería. Tras concluirla inicia su trayectoria laboral en el Hospital Central de Asturias, ubicado en Oviedo. Una ciudad que abandona en 1986 cuando por motivos personales se traslada a vivir a Noreña, donde ha mantenido su residencia desde entonces.

Casado y con dos hijos, decide dar el salto a la política en las filas socialistas «engañado por un buen amigo», según asegura. Esta decisión produce sus frutos en 1995, cuando se convierte en concejal de Cultura, Educación y Sanidad. Su contribución más destacada se centra en el área cultural, ya que durante su etapa en el cargo se construye la casa de cultura, un edificio municipal polivalente y un centro de recepción de visitantes. Durante este periodo compagina su cargo de concejal con su labor profesional en el Hospital Central de Asturias mientras sube peldaños en su trayectoria política para presentarse como teniente alcalde del Ayuntamiento de Noreña en 2003.

Dos años más tarde, la dimisión del entonces alcalde le abre la posibilidad de convertirse en nuevo regidor municipal, un cargo que decide asumir y que ha desempeñado desde entonces. Tras varios años de dedicación exclusiva, César Movilla se ha visto obligado a retomar su puesto en el centro hospitalario de Asturias al dejar de percibir su sueldo como regidor municipal de Noreña. Al inicio del actual mandato, el alcalde presentó ante el pleno una propuesta que fijaba en 38.800 euros su retribución anual, similar a la que ya cobraba, y liberaciones parciales para el resto de los concejales del equipo de Gobierno que sumaban 40.000 euros. Sin embargo, la oposición, que suma más concejales, tumbó esta posibilidad. Una decisión que Movilla considera «un error que repercute negativamente sobre el concejo y los vecinos porque sólo puedo ser alcalde en ratos libres». A su juicio, el cargo de regidor municipal debe servir «para estar al servicio del concejo día a día, algo que no puedo hacer en la actualidad». Esta situación, según asegura, «es el resultado de una perversión de la ley electoral, que no permite gobernar al partido más votado». El PSOE, partido al que pertenece, comparte el Ayuntamiento con otras seis formaciones políticas. Respecto al efecto de la crisis, Movilla asegura que Noreña mantiene la industria cárnica como principal motor económico del concejo, en el que se ubican hasta una veintena de empresas del sector. Además, este municipio cuenta con una de las rentas per cápitas más altas de Asturias, con una de las mayores densidades de población del Principado y una elevada concentración de jóvenes.

Aunque Asturias se ha convertido en su nuevo hogar, Movilla regresa siempre que puede a su pueblo natal. «Vamos todos los veranos y también el resto del año porque todavía tengo allí familia y grandes amigos», según recalca. De hecho, asistió al encuentro de los quintos de 1958 celebrado recientemente en esta localidad, de la que también ha sido pregonero. Según lamenta, «mi única pena es no haber podido hacer más cosas para cubrir las necesidades de Cerecinos, al que siempre guardo en mi corazón».