El último pleno del año en Villardeciervos, que se preveía de trámite, se convirtió en un pleno en el que se debatió la gestión de la alcaldía de Jesús García García, en el último año. El punto central del pleno era el acuerdo de no disponibilidad de crédito para el abono de la paga extraordinaria del funcionariado. El proyecto Sierra de la Culebra, para ceder un local municipal para organizar talleres, quedó sobre la mesa, pendiente de estudio.

Prácticamente finalizada la sesión, la concejala socialista, María Almudena López Cabanas, anunció su intención de dimitir después de que no le fuera admitido un escrito con los acuerdos municipales que se habían incumplido en el último año. El PSOE instó al equipo de Gobierno a preocuparse por la situación sanitaria, una vez se abra el Centro de Salud de Mombuey, ante el riesgo de convertirse en un consultorio comarcal.

Al dar cuenta al pleno de las facturas, el concejal del PSOE, Eusebio Felipe Silva Vaquero, trasladó su desacuerdo al pago de una factura de comida con motivo de la despedida de una responsable de la residencia, ya que entendía que se podía hacer el homenaje sin cargar el coste a las arcas municipales. Silva continuó su intervención reclamando la limpieza del caño Grande y el vallado para evitar la entrada de animales en la zona de la fuente, a lo que el alcalde respondió que estaba limpio y no se iba a vallar por el impacto en el paisaje. El concejal cuestionó la obra de ampliación de la playa municipal, ya que según sus afirmaciones «se tapó un hoyo, pero no se alargó la playa».

El alcalde respondió que la playa se amplió por donde marcaba el proyecto y por donde «la gente del pueblo lo pidió». Alcalde y concejal entraron en una dinámica de discusión que llevó al presidente de la corporación a llamar dos veces al orden.

María Almudena López Cabanas llevaba preparado un escrito como balance del año «pero no se me admite, porque no debo estar capacitada» precisó con tono irónico. Criticó que no se tomaran medidas para evitar el estacionamiento de vehículos en la parada del autobús, ni se había fijado un día para la venta ambulante. La concejala socialista trasladó también su malestar porque una de las empresas de construcción que realizó obras para el Ayuntamiento enganchó la luz en su acometida «y ahí están las facturas todavía pendientes de pagar».

En cuanto a la concesión de explotación de 15 piraguas en el embalse la empresa «incumplió las condiciones, se colocaron el lado contrario donde estaba marcado» con riesgo para los bañistas, según la concejala.

El alcalde intervino para precisar que la concesionaria de las piraguas cumplió los requisitos que se marcaron desde la alcaldía, con especial cuidado de no invadir la zona de baño y mantener limpia la zona, ante las críticas de la concejala de que no se controló la actuación de la empresa, el alcalde apuntó que supervisó personalmente, junto con otro concejal, la ubicación y que todo quedara limpio. Sobre la reforma de la playa «se gastaron 4.000 euros en siete camiones mal echados». El concejal Lorenzo Jiménez Martínez, trasladó su malestar por la tensión del pleno e intervino para aclarar que algunas obras no se habían hecho porque no se podía, otras estaban en trámite -como el punto limpio-, y en otras no había presupuesto -caso del mirador de lobos y ciervos-.

Tras el debate sobre las obras de la playa Almudena López presentó su dimisión, que no le fue admitida ya que hay que formularla por escrito.

El tercer concejal del PSOE, José Manuel Soto preguntó si se había celebrado el Consejo de Salud de Carballeda, del que forma parte el alcalde de Villardeciervos, y le instó a preocuparse de que con la apertura del nuevo centro de salud de Mombuey, no se cierren los consultorios de los pueblos «es un tema que como alcalde tiene que saber y preguntar al delegado territorial, que se lo dice a los alcaldes pero no lo dice públicamente en un pleno». Soto instó a preocuparse de la gestión de la Reserva Regional de Caza, y en particular el nuevo modelo de financiación, porque «si nos quitan los ingresos de la subasta de caza ya nos podemos poner a silbar».