Alcañices ha recuperado en Navidad el auto de «La Cordera», después de 21 años, gracias a la iniciativa de la asociación cultural «Amigos de Alcañices» y al coro parroquial, que lo han representado para todos sus vecinos. El texto fue recogido en Muelas del Pan en el invierno de 1987 por los alcañizanos Manuel y Gonzalo Martínez, Jesús Lorenzo, Antolín Román (padre) y Mari Tere Aguiar. Se representó cuatro años más, hasta 1991, siendo párroco Luis Miguel Herrero Ropdríguez.

«La Cordera» no ha podido desarrollarse en la misa del gallo, ya que desgraciadamente desde hace cinco años dejó de oficiarse en Nochebuena. A las 12.45 los pastores y zagalas, vestidos con trajes tradicionales, mantillas, capas de honras y casacas, salían desde la Plaza Mayor en comitiva hacia la Iglesia del Convento. Abría la comitiva la «La Cordera» de la prestigiosa ganadería Altez, de Lober, que junto a su dueña, Ana Isabel Rodríguez, se dirigía por la calle San Francisco hasta el templo. Tras ella los pastores, zagalas y pastorcillos, y cerrando la comitiva la corporación municipal.

A la llegada al templo, el Ángel (Álvaro Martos) les daba la bienvenida. En representación de los pastores, uno de ellos, Andrés Castaño, pedía licencia al Señor Cura y, luego, al Ayuntamiento para poder entrar en el recinto sagrado. Una vez abiertas las puertas, pastores y zagalas entraban cantando alabanzas el pasillo adelante, mientras los fieles se ponían en pie para dar la bienvenida a la comitiva.

Al final del templo estaba el Belén viviente formado por a Virgen María (Miriam Calvo), San José (Virginia Turiel) y el Niño Jesús (Elio Viñas). El encargado de entregar la cordera al Niño y de presentar a la comitiva fue el señor Tomás Castaño, mientras recitaba unos versos dedicados a la Virgen de la Salud, patrona de Aliste. Verónica Fernández, una pobre pastora, entregaba lo único que tenía, una manta para tapar al Niño, mientras recitaba unos versos. Pastores y zagalas se despedían de María, San José y el Niño cantando un alegre villancico, «Alegría, alegría», a ritmo de pandereta, conchas y almírez.

Uno de los momentos emotivos llegó a la hora de interpretar un villancico por parte del coro de voces blancas formado por las niñas Paula Alonso, María Castaño, Ainara Murillo, Virginia Turiel y Miriam Calvo, dirigidas por Esteban Ferreira. Se entonó la «Nana al Niño Jesús» que él compuso en 1967 y que se interpretó aquel mismo año por el coro del Amor de Dios, en la avenida Príncipe de Asturias, de Zamora (ganador aquel año el concurso provincial de villancicos). Desde entonces no se había vuelto a cantar, siendo una gran sorpresa para todo el público asistente. Emotiva fue misa de Navidad, con felicitaciones y enhorabuenas a todos los participantes en La Cordera, así como a todos los que habían ayudado a decorar la Iglesia, el Belén viviente y el enorme pino de Navidad que Isidro Rivas trajo en su grúa.